Los diputados británicos aprobaron el martes la ley que legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo en Inglaterra y en Galles, abriendo así la vía a la primera boda entre homosexuales para 2014.
Los diputados decidieron no oponerse a una serie de enmiendas menores al proyecto de ley propuestas por la Cámara de los Lores.
La ley debe ser ahora aprobada oficialmente por la reina Isabel II a finales de esta semana.
La Cámara de los Lores había validado el lunes el proyecto de ley, una decisión que fue recibida con gritos de alegría por los miltiantes pro matrimonio gay, vestidos de rosa frente al Parlamento.
El matrimonio homosexual casi no ha causado agitación en la opinión pública, que es mayoritariamente favorable, pero sigue dividiendo al partido conservador.
El Primer ministro David Cameron se mostró determinado a hacer efectivo el matrimonio gay en Inglaterra y en el País de Galles desde mediados del año próximo. Las otras regiones del Reino Unido, Escocia e Irlanda del Norte, tienen su propia legislación.
Entre los británicos, el cambio es antes que todo simbólico, porque las parejas homosexuales tienen los mismos derechos parentales que en las parejas heterosexuales: pueden adoptar, recurrir a la procreación médicamente asistida y a una madre portadora, siempre y cuando no sea remunerada, y se pueden unir desde 2005 por asociación civil.