Pese a haber realizado un estudio de prefactibilidad a cargo de la Corporación para la Competitividad e Innovación de Atacama (CCIRA), en que se demuestra la viabilidad económica de instalar una planta desalinizadora en el sector Punta Padrones de la comuna de Caldera, aún no se ha elegido un candidato, por lo que se mantiene abierto el proceso de licitación.

Serían alrededor de 15 empresas las que han manifestado interés, según corroboró CCIRA, y se está en la etapa de revisión de las propuestas económicas de las empresas consultoras.

De ser ejecutada, esta planta abastecería a cerca de 61 mil personas y ayudaría a liberar presión en la sobreexplotada cuenca hídrica del valle de Copiapó.

Sobre el proceso de licitación, Patricia Araya, directora de la CCIRA, institución que desarrolló el proyecto de prefactibilidad, explica a quienes está dirigido este proceso.

El Estudio de Impacto Ambiental licitado, considera una planta desalinizadora con una capacidad máxima de 1200 l/s en su etapa final con una primera fase para 450 l/s y una segunda etapa de 900 l/s.

El agua potable generada en esta planta se añadiría a las fuentes de extracción de pozos subterráneos ubicados en sectores como Piedra colgada (distante 47 kilómetros de Punta Padrones), lugar en donde hoy se encuentra la principal reserva de agua para consumo humano en la cuenca del valle de Copiapó.

Actualmente en Atacama se encuentran aprobadas 5 plantas de este tipo, de las cuales solo dos están siendo construidas por las mineras Angloamerican y Candelaria.