Como un respiro para la clase política chilena calificó el analista político osornino Egon Montecinos los resultados en cantidad de votantes obtenidos en las pasadas Elecciones Primarias celebradas el domingo en todo Chile.

Los más de 3 millones de personas que acudieron a las urnas superaron todas las expectativas, sobre todo pensando en que los analistas y la experiencia internacional predecían no más de un 19% de participación. Para Montecinos, haber bordeado los 23 puntos porcentuales del padrón nacional es todo un éxito.

Pero también es un llamado de atención para la clase política, según el analista, pues si bien la ciudadanía pudo responder de buena forma con el sistema de primarias, quedó de manifiesto que con lo que está realmente cansada es con los políticos.

En el plano de los resultados, respecto a la nueva mayoría no hubo sorpresas en el ganador, a juicio de Montecinos, aunque sí en cuento a la amplia diferencia obtenida por Michelle Bachelet. También marcó la pauta el triunfo de Andrés Velasco por sobre Claudio Orrego, el cual debía ser respaldado por el voto demócrata cristiano, cuestión que no ocurrió.

Para el analista los grandes perdedores son José Antonio Gómez y su programa de gobierno, el cual calificó como interesante y adaptado a las demandas de la ciudadanía, pero que pese a ello no fue respaldado por la ésta.

En el lado de la Alianza, la elección primaria arrojó el derrumbe de los vaticinios políticos que hablaban de que mientras hubiera mayor participación en los comicios la victoria era más cercana a Andrés Allamand, otra de las sorpresas -dijo- que entregó el voto voluntario.

Respecto a las estrategias utilizadas por ambos candidatos, de acuerdo a Montecinos, fallaron en los segmentos hacia donde apuntaron, pues fue el sector más acomodado el que definió la elección a favor de Longueira, un nicho preferentemente de Allamand. Éste, por el contrario, le disputó los votos al gremialista en los sectores más populares, el “centro social” definido por el ahora presidenciable de la Alianza.

En lo general, de acuerdo a Montecinos, el gran perdedor fue el Gobierno, pues los candidatos oficialistas no pudieron revalidar su obra a través de las primarias, siendo derrotados en una proporción de 1 a 3 por la Nueva Mayoría.

Todo esto lleva entonces, según Egon Montecinos, a que la Alianza replantee su estrategia para enfrentar a Michelle Bachelet en las próximas presidenciales de noviembre, sobre todo pensando en que con la contundente votación que obtuvo en los comicios pasados quedó de manifiesto que la estrategia de ataques personales hacia su persona no dieron en ningún caso resultados.

Ejemplificó lo anterior con la utilización del terremoto del 2010 como arma, la cual sólo habría quedado en un blanco pañuelo al contemplar la votación que obtuvo la ex presidenta en la octava región y sobre todo en Dichato, donde superó el 80% por ciento de los sufragios.