La popularidad de la presidenta brasileña Dilma Rousseff cayó de 57% a 30% desde la primera semana de junio, impactada por masivas protestas callejeras en demanda de mejoras sociales y contra la corrupción, según una encuesta de la empresa Datafolha publicada este sábado.

Por otra parte, la cantidad de encuestados que califican el gobierno de Rousseff como “malo o pésimo” aumentó de 9% a 25% desde el último sondeo del 6 y 7 de junio.

En marzo, la presidenta exhibía una popularidad de 65%.

En junio, Rousseff perdió más de 20 puntos de popularidad en todas las regiones del país (sureste, sur, noreste y norte-centro oeste), según el sondeo.

Las protestas estallaron hace más de dos semanas a raíz del alza en las tarifas del transporte público, pero luego derivaron en un masivo reclamo en demanda de mejores servicios y más inversiones públicas en salud y educación.

Los cientos de miles de manifestantes que han salido a las calles de numerosas ciudades brasileñas también han cargado contra la corrupción de la clase política y los millonarios gastos públicos en la organización de la Copa Confederaciones de la FIFA, que se juega hasta este domingo, y el Mundial-2014.

Durante una jornada de protesta la semana pasada, más de un millón de brasileños salió a la calle. En varias ocasiones, las manifestaciones terminaron en enfrentamientos con la policía.

Brasil tendrá elecciones presidenciales en octubre de 2014.

La encuesta de Datafolha se aplicó a 4.717 personas en 196 municipios de este país, que tiene 194 millones de habitantes. El sondeo tiene un margen de error de 2 puntos porcentuales.