Tras una gran pancarta blanca que pedía “Sanidad 100 x 100 pública y universal” miles de personas desfilaron este domingo por el centro de Madrid, como en otras ciudades de España, en defensa de un sistema público de salud golpeado por la austeridad.

Entre estruendo de pitidos y gritos de “¡Sí se puede!”, los manifestantes, algunos de ellos vestidos con batas blancas, desfilaron en un caluroso mediodía por el centro de la capital, entre las emblemáticas plazas de la Puerta del Sol y la Puerta de Alcalá.

Enarbolaban pancartas en las que podía leerse “Con la salud no se juega”, “Roban nuestra salud” o simplemente “No” a los recortes.

“Hay una degradación total de toda la sanidad”, denunciaba Lourdes Alonso, médico de familia de 54 años, con su bata blanca atada a modo de capa y un cartel con la palabra “No” sobre la cabeza.

“Están haciendo recortes en cosas fundamentales que hasta hace poco eran gratuitas y dentro de poco se va a sentir en la salud de la población”, alertaba esta profesional con 30 años de experiencia.

El gobierno conservador de Mariano Rajoy, enzarzado en una draconiana política de austeridad para reducir el déficit público, decidió aplicar medidas de ahorro en la sanidad pública que ascienden a 7.000 millones de euros anuales (unos 9.185 millones de dólares).

Entre ellas figura la retirada del acceso gratuito a los servicios de salud a los inmigrantes sin papeles, que desde el 1 de septiembre de 2012 sólo son tratados sin pagar en urgencias médicas, pediatría y para seguimiento del embarazo.

A esto se suman medidas aplicadas por los gobiernos regionales, encargados de gestionar este servicio, como el de la Comunidad de Madrid, también gobernada por el PP de Rajoy, que decidió privatizar la gestión de seis hospitales.

“Estoy en contra de las privatizaciones, de que hagan negocio saqueando un sistema que funcionaba perfectamente y que estamos desde dentro intentando mejorar”, afirmaba Fernando Pérez, un enfermero de 37 años.

Tres empresas privadas optan a la gestión de los seis centros madrileños, cuya asignación aún no fue decidida. Profesionales y usuarios de la sanidad regional se manifiestan el tercer domingo de cada mes desde que se anunció esta decisión.

Convocadas por la Plataforma Asamblearia de Trabajadores y Usuarios por la Salud, otras siete manifestaciones estaban previstas en sendas ciudades españolas.