La Corte de Apelaciones de Chillán confirmó el fallo de primera instancia que condenó como único responsable de una millonaria estafa con subsidios habitacionales -conocida como caso Inversiones Bilbao- al empresario penquista Carlos Wörner Tapia.

La sentencia fue dictada a 16 años que explotara el escándalo, luego que mil familias denunciaran que la constructora que debía edificar sus soluciones habitacionales -y a la que se le endosaron 4 millones de dólares en subsidios del Serviu- no había cumplido con el contrato.

La investigación determinó que además de los dueños de Inversiones Bilbao -Carlos Wörner y Marco Antonio Sepúlveda- había funcionarios del Serviu que permitieron defraudar al Fisco. Sin embargo, el ministro en visita, César Panés, condenó sólo a Wörner, absolviendo al resto.

El fallo fue ahora confirmado por la Corte de alzada de Chillán, adelantando el abogado del único condenado, Mario Sandaña, que ya decidió recurrir a la Corte Suprema.

La resolución del tribunal chillanejo señala que fue acreditado en el sumario que Wörner nunca tuvo la intención de construir las viviendas y que Inversiones Bilbao sólo buscaba apropiarse de los millonarios fondos fiscales.

El abogado Sandaña expresó que discrepa categóricamente de esa conclusión y que justamente es eso lo que intentará desacreditar en el máximo tribunal.

Y es que uno de los argumentos de la defensa de los empresarios dueños de la constructora era justamente la inexistencia de daño para el Serviu y los beneficiarios con subsidios habitacionales, al haber pagado el seguro las pólizas contratadas por Inversiones Bilbao.

Será entonces la Corte Suprema la que resuelva en definitiva esta antigua causa criminal, que en su tramitación intervino media docena de jueces y ministros en visita.