Una madre de Orlando, Florida, fue detenida por castigar a su hijo de 10 años con una pistola de electroshock, por no tomarse su desayuno. El niño habría escrito una nota con intenciones suicidas.

Una testigo fue clave para evitar un fatal desenlace en la historia de violencia intrafamiliar que protagonizó una mujer de 37 años, que habitualmente castigaba a sus dos pequeños hijos con agresiones físicas.

Los diarios tirones de pelo y bofetadas escalaban en gravedad hasta que un día, la madre tomó una pistola y descargó un golpe eléctrico en la rodilla de su hijo cuando éste se negaba a tomar su desayuno. El niño cayo al suelo gritando de dolor.

La mujer que vivió por tres semanas con esa familia se decidió a denunciar cuando encontró una nota escrita por el menor, donde manifestaba que ya no quería “vivir más en este mundo”.

Al ser detenida, la madre negó todo. Sin embargo, la policía encontró el arma y verificó distintas lesiones en el cuerpo del menor, incluyendo la rodilla que recibió la descarga eléctrica. Ambos niños quedaron bajo custodia de sus parientes.

Melissa Neale enfrentará a la justicia bajo el cargo de abuso infantil con el agravante de haber usado un arma, según recogió Huffington Post de medios locales.