La huelga de controladores aéreos que se cumple por segundo día consecutivo en Francia contra el proyecto de liberalización del espacio aéreo europeo provocó el miércoles la anulación de 1.800 vuelos.

A este movimiento seguirá el jueves un paro laboral de la red ferroviaria convocado contra un proyecto de reforma del gobierno.

La Dirección General de Aviación Civil francesa indicó que la situación en los aeropuertos franceses el miércoles era similar a la de ayer, con 1.800 vuelos anulados, a comparar con una media de 7.650 vuelos diarios.

No obstante, “el día (jueves) se anuncia más complicado que ayer” miércoles, y se temen otras anulaciones y atrasos, dada la implicación de más sindicatos, indicó a la AFP un portavoz del organismo.

En efecto, al Sindicato Autónomo del Tráfico aéreo (SNCTA), que llamó a la huelga desde el martes, se unieron el miércoles casi todos los sindicatos del sector (CGT, CFDT, Unsa et FO) en el marco de un día de acción europeo contra el proyecto de Bruselas de liberalizar el espacio aéreo de la Unión Europea.

El martes, Francia y Alemania pidieron a la Comisión Europea que suspendiera el proyecto, presentado el mismo día la Parlamento Europeo.

El retorno a una situación normal en los aeropuertos está previsto el jueves, pero los transportes en Francia seguirán perturbados, ya que se convocó una huelga en la empresa nacional de ferrocarriles, la SNCF.

Los sindicatos de ferroviarios se oponen a un proyecto de reforma del gobierno en el sector que prevé crear tres entes públicos, lo que consideran un paso hacia el desmantelamiento del sistema ferroviario nacional.

La SNCF tiene 150.000 asalariados y unos 15.000 trenes circulan diariamente en Francia.

Numerosos vuelos anulados

Las anulaciones de vuelos podrían llegar a tres de cada cuatro, anunció la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC).

La DGAC señaló en un comunicado un “movimiento de huelga excepcional seguido por cerca del 100% de los controladores aéreos”.

Varios sindicatos se unieron el miércoles al movimiento lanzado la víspera por uno de ellos, y la DGAC, que la víspera pidió a las compañías que redujeran un 50% su programa de vuelos, insta ahora a una reducción de 25% suplementaria en los aeropuertos del país, en particular en los de París-Roissy, París-Orly, Lyon (este), de Niza (sudeste) y Burdeos (suroeste).

Los controladores aéreos se oponen al proyecto de la Comisión Europea de unificación del espacio aéreo europeo.