La Ministra Secretaria General de Gobierno, Cecilia Pérez, destacó que la reciente promulgación de la ley que permite la elección directa de los Consejeros Regionales (Cores), fortalece la descentralización y el progreso regional.

“Esta es una de las mayores reformas políticas en favor del desarrollo regional en las últimas décadas. Es una Ley que empodera a los ciudadanos de regiones, para que sean protagonistas del proceso que fortalece la descentralización y el progreso. Ahora son ellos los que deberán asumir la responsabilidad de elegir a los representantes que integrarán los Consejos Regionales”, afirmó la vocera de La Moneda.

Pérez agregó que “queremos que todas las regiones avancen y progresen juntas y que las autoridades regionales puedan tomar con más autonomía las mejores decisiones para el desarrollo integral del país”.

La ministra explicó que “esta mayor participación implica, por cierto, que los Consejeros Regionales y las autoridades sintamos el mandato de cada persona, y recordemos siempre que la condición de autoridad es para gobernar en favor de los ciudadanos, para canalizar e interpretar su voluntad y estar más cerca de ellos”, afirmó.

Pérez manifestó que esta Ley es parte de un paquete de reformas políticas, en el que se encuentran la inscripción automática, el voto voluntario y la Ley de Primarias. “Con esto queremos que los ciudadanos tengan la posibilidad de participar más de la democracia y sientan más cercanía con las instituciones del Estado”, dijo.

La nueva Ley establece un sistema de elección directa y universal de los Consejeros Regionales, durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos, y debutará en las próximas elecciones de noviembre.

Los Cores tienen entre sus principales funciones resolver el destino de los fondos regionales, tomar decisiones sobre la planificación regional y desarrollo urbano, y aprobar proyectos de inversión, entre otros.

La reglamentación establece la organización del Consejo Regional, determina el número de Consejeros que lo integrarán y su forma de reemplazo, cuidando siempre que tanto la población como el territorio de la región estén equitativamente representados.