Canciones, confesiones, diálogos hilarantes, reflexiones enternecedoras y una mirada indiscutiblemente femenina dan forma a “Canciones y confesiones: A calzón quitao”, un monólogo de 75 minutos que narra, en clave de comedia autobiográfica, buena parte de las desventuras personales de la actriz y cantante Maida Larraín, quien tras diez años de exitoso trabajo en Madrid regresó a nuestro país.

El montaje nació de la necesidad de la actriz -hija del destacado director nacional de cine Ricardo Larraín (“La Frontera”, “Chile Puede”), de subirse a los escenarios nacionales y de una serie de apuntes que la misma Maida había tomado sobre algunas de sus experiencias de vida, entre las que se cuentan escenas de su infancia, su primera menstruación, su gran amor, su parto y hasta sus subidas y bajadas de peso, material que luego pulió y aumentó con la ayuda de la directora y dramaturga Catalina de la Parra (“La mala madre”, “Guataca”, “Tango”, “Vals”) para representar con él las búsquedas, retos y dudas que muchas mujeres deben enfrentar en la actualidad.

Respecto a este trabajo en conjunto, Maida nos comentó: “la obra no partió siendo una autobiografía, sino que comenzó a partir de una serie de textos que eran mayoritariamente reflexiones, pero que Catalina fue editando, sacando muchas de las reflexiones y dejando las anécdotas . Y yo me preguntaba, ¿pero cómo voy a contar mi primera regla? O ¿cómo voy a contar mi parto? Ella me iba animando a contar todas esas cosas, pese a que muchas veces mi primer impulso era resistirme”.

Catalina de la Parra, por su parte, agrega: “La intimidad de las otras personas es lo más entretenido que hay para una dramaturga y el reto de esta obra era justamente ponerle merquén a la vida real, que aunque es entretenida, depende mucho de cómo se cuente. Yo iba diciéndole a Maida dónde faltaban textos sobre ciertos temas y ella iba haciendo ‘tareas’ para terminar de armar la obra. Era buscarle la vuelta entretenida a la vida real”.

Pero la obra no sólo se diferencia por tener una inspiración autobiográfica y una vocación cómica, sino que también por el uso que le da a la música. Maida Larraín se define a sí misma como una “cantactriz” -estudió canto antes que actuación y en Madrid se desempeñó siempre en papeles que requerían cantar- y dentro del montaje es central su talento interpretativo: sin llegar a convertirse en lo que tradicionalmente se entiende como un musical, en diversos momentos la narración y los diálogos son sustituidos por canciones y baladas en que la artista saca a relucir su indiscutido talento vocal.

El montaje estará en cartelera, en el Centro Mori Plaza Vespucio, los viernes y sábado a las 22:30 horas, desde el 19 de julio y hasta el 10 de agosto, para luego seguir viaje a España, país en el que se espera que tenga una larga temporada.

Ficha Técnica:

Elenco: Maida Larraín
Dirección: Catalina de la Parra
Texto: Maida Larraín y Catalina de la Parra
Funciones: viernes y sábado a las 22:30 horas, desde el 19 de julio y hasta el 10 de agosto.
Lugar:Centro Mori Plaza Vespucio.
Valor de las entradas: $8.000 general, $4.500 estudiantes y tercera edad.