Los gobiernos de las Américas deben promover políticas para despenalizar el consumo personal de drogas para reducir la violencia y los abusos de las fuerzas de seguridad contra la población, afirmó este martes la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW).

“Las políticas nacionales sobre control de drogas que prevén sanciones penales para el consumo personal de drogas atentan contra derechos humanos fundamentales”, afirmó en un comunicado la ONG, en el marco de la 43 Asamblea General de la OEA que inicia este martes en la ciudad colonial de Antigua Guatemala (suroeste).

“A fin de disuadir el consumo nocivo de drogas, los gobiernos deberían aplicar, en cambio, políticas en materia reglamentaria y de salud pública que no tengan carácter penal”, agregó la organización.

Hasta el jueves 6 de junio, delegados de los 34 miembros activos de la OEA discutirán durante la Asamblea anual, la búsqueda de “una política integral frente al problema mundial de las drogas en las Américas”, debate que marca el inicio de un camino que pretende definir nuevas rutas para enfrentar el narcotráfico.

HRW también sugirió a los gobiernos de las Américas adoptar medidas para reducir las “graves consecuencias” a los derechos humanos de las políticas actuales sobre producción y distribución de drogas.

“El temor a ser objeto de sanciones penales disuade a quienes consumen drogas de utilizar servicios de salud y recibir tratamiento, e incrementa el riesgo de que se expongan a actos de violencia, discriminación y enfermedades graves”, detalla el boletín de prensa.

“La ‘guerra contra las drogas’ ha tenido efectos nefastos en las Américas, que incluyen desde matanzas perpetradas por despiadadas organizaciones de narcotráfico hasta abusos aberrantes cometidos por miembros de las fuerzas de seguridad que las combaten”, dijo José Vivanco, director para las Américas de HRW.

“Son muchas las medidas que los gobiernos pueden y deben adoptar para disuadir, prevenir y remediar el uso nocivo de drogas (…) Sin embargo, no deberían hacerlo castigando a las personas cuya salud se pretende proteger”, aseguró Vivanco.

El director de la ONG indicó que los gobiernos americanos deberían definir nuevas políticas que “disminuyan” los daños provocados por el consumo de drogas y que estas “reviertan” la violencia y los abusos que han caracterizado las actuales políticas.

De acuerdo con un informe de HRW, más de 70.000 personas murieron en hechos violentos vinculados al tráfico de drogas durante la gestión del ex presidente de México, Felipe Calderón (2006-2012), quien ordenó a las fuerzas militares ejecutar la política de “guerra contra el narcotráfico”.