El serbio Novak Djokovic, número uno mundial, dijo este viernes que llega a Roland Garros “con confianza” tras haber sido capaz de derrotar esta temporada al ‘rey de la tierra batida’, el español Rafael Nadal, actual tercer cabeza de serie, en esa superficie.

Fue en la final del Masters 1000 de Montecarlo, aunque después ‘Djoko’ decepcionó con eliminaciones en segunda ronda de Madrid y en cuartos de final de Roma, pero él prefiere quedarse con las buenas sensaciones de este partido ante el español en el Principado de Mónaco.

“Montecarlo fue muy importante mi confianza antes de venir a Roland Garros”, aseveró. “Ya he ganado este año a Nadal en tierra (en esa final de Montecarlo). Derrotarle me ha dado una gran confianza”, insistió.

Djokovic cayó el año pasado en la final de Roland Garros ante Nadal y el sorteo de este viernes hizo que ambos quedaran en la misma parte del cuadro, con lo que podrían enfrentarse en las semifinales.

“Vencer a Nadal en tierra batida no es algo que pase todos los días. Es un gran reto. Allí disputé uno de mis mejores partidos, o el mejor de mi carrera, en tierra batida. Ha sido importante antes de venir aquí”, insistió sobre su título de Montecarlo.

Sobre los malos resultados posteriores en Madrid y Roma prefirió no extenderse mucho.

“Eso ha quedado atrás, trato de olvidarlo. He trabajado sobre lo que tenía que mejorar. Hemos invertido tiempo en corregirlo y hemos analizado los dos torneos, las situaciones, las circunstancias en las que se dio todo”, afirmó.

Djokovic tendrá como rival en la primera ronda al belga David Goffin, 57º del mundo y que el año pasado puso en serios problemas en este torneo al suizo Roger Federer.

“Es un jugador peligroso y joven, que forma parte de ese grupo de jóvenes que están saliendo y que terminará por llegar a las mejores posiciones. Tiene mucho talento. Sabe jugar muy bien sobre tierra y lo demostró el año pasado en Roland Garros. No he jugado contra él, pero le he visto jugar”, explicó.

Por ello, el jugador balcánico cree que tendrá que salir “al máximo” ya desde el primer partido, para evitar sorpresas.

Su objetivo, insiste, es poder ser campeón por fin en Roland Garros, una asignatura que continúa teniendo pendiente.

“Lo que me interesa sobre todo es poder ganar el trofeo. Voy a esforzarme al máximo. Si no lo consigo no será el fin del mundo, trabajaré para conseguirlo el próximo año”, señaló.

Para conseguir el título en París señaló que no ha hecho nada especial este año y que su preparación mantiene una continuidad en las últimas temporadas, tanto en su equipo técnico como en la forma de entrenar.