Los emperadores de la dinastía Shang (1600-1046 antes de nuestra era) manipulaban los resultados de oráculos para gobernar más fácilmente a los chinos de entonces, revela un estudio arqueológico citado el lunes por la agencia oficial China Nueva.

Los emperadores de entonces tomaban decisiones importantes en función de las profecías y la videncia. Quemaban caparazones de tortuga o huesos de ganado y leían el futuro en función de las fisuras provocadas por el calor, explica la agencia.

Pero “nuestros experimentos mostraron que la apariencia de algunas fisuras eran fácilmente controlables” y por lo tanto sujetas a manipulación, explicó Hou Yangfeng, especialista del laboratorio de arqueología de la provincia de Henan (este), citado por China Nueva.

“Con la dinastía Shang, el emperador era el jefe de los adivinos. Es posible que haya controlado a la opinión pública con predicciones elaboradas sobre la base de huesos quemados”, agregó el investigador.

Un eminente arqueólogo también afirmó a China Nueva que 185 réplicas de fragmentos de hueso y de caparazones fueron analizados en estas búsquedas, que fueron reconocidas internacionalmente.