Los recientes actos de violencia confesional en Irak fueron provocados desde el exterior, afirmó el sábado el primer ministro iraquí Nuri Al Maliki, aludiendo visiblemente a Siria, en momentos en que los enfrentamientos religiosos han dejado más de 200 muertos desde el martes.
El conflicto confesional “ha vuelto a Irak, ya que comenzó en otra parte de la región”, dijo el primer ministro en la televisión.
En los últimos cinco días, más de 200 personas han muerto y otras 300 han resultado heridas en Irak, muchas de ellas en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad por una parte y los manifestantes y hombres armados sunitas por la otra.
“El sectarismo es malo, y el viento del sectarismo no necesita una autorización para pasar de un país al otro, porque si comienza en un lugar, se desplazará hacia otro lugar”, sostuvo el primer ministro.
“La lucha llama a la puerta de todos y nadie sobrevivirá si entra, porque hay un viento detrás, y dinero, y planes”, agregó Al Maliki.
El jefe de la milicia Sahwa en Irak, enemiga de Al Qaida, amenazó por su lado con una guerra contra los militantes si estos no entregan a los que mataron el sábado por la mañana a cinco soldados iraquíes y a otros cinco miembros de esta milicia , informó la televisión oficial.
Si los responsables no son entregados, “los Sahwa aplicarán los procedimientos requeridos y harán lo que hicieron en 2006″, afirmó el jeque Wissam al Hardan, según dicho canal. En 2006, los milicianos Sahwa combatieron encarnizadamente a los militantes sunitas, apoyando al gobierno.
Cinco efectivos del servicio de inteligencia militar resultaron muertos por disparos en el oeste de Bagdad y cinco milicianos Sahwa fueron ultimados a tiros al norte de la capital iraquí el sábado por la mañana.
Desde hace cuatro meses, manifestantes sunitas reclaman la dimisión de Al Maliki, un chiita acusado de acaparar el poder y marginar a los sunitas