El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, pidió este miércoles un año para que se empiece a percibir una reducción de la violencia ligada al narcotráfico que se exacerbó a partir de 2006, uno de sus principales compromisos cuando asumió el poder el 1 de diciembre.
“Creo yo que en un año podremos estar haciendo un balance (…) en un año podremos estar viendo, espero yo, resultados favorables, una reducción sensible de los niveles de violencia”, dijo el presidente desde Roma, donde asistió a la misa inaugural del papa Francisco el martes.
En declaraciones reproducidas por medios mexicanos, el mandatario detalló que se trabaja en la definición de la estrategia de seguridad y de lucha antidrogas, con especial énfasis en mejorar la comunicación y la coordinación con los gobiernos locales, sobre todo en las regiones más golpeadas por el crimen organizado.
Peña Nieto, abogado de 46 años, y que llevó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) nuevamente a la Presidencia de México tras su histórica derrota el 2000 luego de 71 años de gobierno, hizo del restablecimiento de la paz una de las prioridades de su gobierno.
Según cifras oficiales, en los últimos seis años la violencia ligada al tráfico de drogas ha dejado más de 70.000 muertos.
El ex presidente conservador Felipe Calderón (2006-2012) hizo del combate antidrogas, con el despliegue de más de 50.000 soldados, el eje de su gobierno, lo que según sectores de la oposición y organizaciones civiles contribuyó a detonar la violencia encarnizada.
“No necesariamente significa que en un año se logre el objetivo planteado (de reducir la violencia), pero creo que sí, en un año, es momento de tener cortes de cómo vamos”, insistió el presidente mexicano.
El gobierno de Peña Nieto ha mantenido el despliegue militar con el compromiso de substituirlo por una gendarmería nacional en proceso de formación.