Desde que se conociera este viernes el retorno de la ex presidenta Michelle Bachelet tras concluir su trabajo en ONU Mujer, no han cesado las declaraciones de políticos tanto del Oficialismo como de la Concertación, ya sea celebrando, criticando o ignorando su regreso a Chile.

La prensa internacional también tomó nota del gesto, destacando entre ellos una extensa columna de la agencia estadounidense Associated Press, la cual no dudo en calificar a la ex Mandataria como la “salvadora” de la izquierda chilena.

Bachelet (…) es ampliamente percibida como la única esperanza de la oposición de centro izquierda para ganar las elecciones presidenciales del 17 de noviembre y recuperar el poder de la coalición conservadora liderada por Sebastián Piñera“, consigna el artículo.

No se trataría sólo de la popularidad que aún sostiene la personera socialista, con un 54% de las preferencias en las encuestas, sino también de que ningún otro precandidato de la Concertación parece concitar el favor del público.

No tenemos un plan B. Y lo digo en serio: en la Oposición no estamos preparados para una respuesta negativa de Bachelet“, confidenció el senador y actual presidente del PPD, Jaime Quintana.

Las culpas de Bachelet

En su nota, Associated Press hace un repaso de la vida de la ex Presidenta así como de los éxitos de su Gobierno, afirmando que ha sido alabada por mantener a Chile a salvo de la crisis económica, pese a sufrir una baja en el crecimiento y el alza del desempleo.

También se menciona que su carisma es el que le ha permitido obtener el perdón de los chilenos por sus fallos, incluso aquellos con resultados fatales.

“Sus errores no han sido pocos ni pequeños. En 2010, a sólo 11 días del término de su mandato, la Oficina Nacional de Emergencias de su Gobierno falló en emitir una alerta de tsunami para evacuar las zonas costeras tras un terremoto de magnitud 8.8. Más de 500 personas resultaron muertas durante la catástrofe”, escribe la nota.

El reporte recuerda de igual forma cómo el movimiento estudiantil comenzó a gestarse durante su Gobierno, obligando a Bachelet a hacer cambios en su gabinete.

“Los estudiantes chilenos están molestos por la baja calidad de las escuelas públicas y la falta de preparación de sus profesores. Obtener la mejor educación superior exige concurrir a universidades privadas muy caras, para lo cual los bancos hacen préstamos con tasas de interés tan altas que para la mayoría de los chilenos son prohibitivas”, sentencia.