Ya se puso en marcha, en prácticamente toda la banca el proceso de incorporación de un chip en las tarjetas de crédito, el cual promete dejar atrás la clonación de los plásticos, delito que en el último tiempo registró un alza de un 120% según las cifras de la Fiscalía Nacional.

Pero ¿qué tan inviolable es esta tecnología? ¿Qué cambios implica en el uso diario de las tarjetas para los clientes? Y principalmente ¿qué costos asociados representará para las personas?

En lo práctico los clientes seguirán realizando sus transacciones como lo han hecho hasta hoy, ya que -según explicó a La Radio Rodrigo Zamudio, gerente general de AMF, empresa tecnológica encargada de la transformación del sistema-, casi todo es a nivel interno.

Respecto a la seguridad del sistema, el experto explicó que hasta ahora el chip no ha sido vulnerado, pero que a pesar de ello los operadores deben estar permanentemente cambiando los protocolos que están detrás de cada sistema de seguridad.

En relación al costo del cambio de banda magnética a chip, el experto reconoce que el valor supera en hasta seis veces el costo de una tarjeta tradicional, pues asegura que el nuevo plástico es prácticamente un mini computador en nuestros bolsillos.

Finalmente La Radio se comunicó con las principales entidades de la banca y en la gran mayoría de ellos no se precisó sobre como se distribuirán los costos. Sin embargo, y siguiendo la lógica de cómo operan actualmente los bancos con las tarjetas de crédito, es probable que sea el cliente quien financie su propio chip.

El monto final lo conocerá cuando su banco lo llame para avisarle que debe ir a cambiar su respectivo plástico, en un sistema que debería ya estar completamente implementado en toda la plaza durante este año.