El Partido Progresista, PRO, cerró definitivamente el diálogo con la Concertación y advirtió que, a partir de ahora, cualquier entendimiento deberá ser entre Marco Enríquez Ominami y, eventualmente, Michelle Bachelet.
El PPD acusó a esa colectividad y a su abanderado presidencial, de haber montado una maniobra comunicacional para legitimar su estrategia del camino propio.
La presidenta del Partido Progresista (PRO) Patricia Morales, anunció que pusieron fin al diálogo que iniciaron en febrero con la Concertación, para explorar un eventual acuerdo programático y electoral para los comicios del 17 de noviembre.
Fundamentó la decisión en el total desorden por el que atraviesa el bloque opositor, a lo que se suma su nula voluntad real de debatir una propuesta programática y elecciones primarias para todos los cargos.
Patricia Morales agregó que tras los primeros encuentros la contraparte no respondió a su propuesta de realizar un encuentro conjunto el 15 de marzo, excepto el máximo presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, quien -dijo- “nos pidió cambiar la fecha y nunca más supimos de él”.
La presidenta del PRO ratificó que competirán en la primara vuelta presidencial de noviembre con Marco Enríquez Ominami y que cualquier entendimiento, de ahora en adelante, deberá ser directo entre éste y, eventualmente, Michelle Bachelet.
El secretario general del PPD, Gonzalo Navarrete, no se mostró sorprendido con la decisión del PRO porque -aseguró- “su disposición al diálogo fue una maniobra comunicacional para legitimar su estrategia del camino propio”.
En este frustrado diálogo con la Concertación, el PRO se reunió en febrero, por separado, con los dirigentes del Partido Radical, el PPD y el Partido Socialista.
También invitó a la Democracia Cristiana, pero su presidente, Ignacio Walker, se rehusó argumentando que cualquier conversación tendrá que darse con la nueva mesa directiva de la DC que será electa este domingo.