El cardenal Keith O’Brien, jefe de la Iglesia Católica de Escocia, acusado de “conducta inapropiada” hace 33 años, presentó su renuncia, por lo cual no participará en el cónclave que elegirá al próximo Papa, anunció el lunes un comunicado.
“El Santo Padre, el papa Benedicto XVI, aceptó el 18 de febrero la renuncia de su eminencia el Cardenal O’Brien del gobierno de la Arquidiócesis de Saint Andrews y Edimburgo”, dijo un comunicado de la Iglesia Católica de Escocia.
En noviembre pasado, Keith O’Brien había anunciado que iba a renunciar en marzo de 2013, al cumplir 75 años.
Sin embargo “el Santo Padre decidió que mi renuncia se haga efectiva hoy, 25 de febrero de 2013″, declaró el Cardenal en un comunicado.
“Teniendo en cuenta mis años de ministerio, doy gracias a Dios por todo el bien que pude hacer. Por mis fracasos, pido perdón a todos los que he ofendido”, dijo O’Brien.
El cardenal O’Brien, de 74 años, es acusado por tres sacerdotes y un ex religioso, de “conducta inapropiada”, según el diario británico The Observer.
O’Brien refuta esas acusaciones que fueron transmitidas a Roma una semana antes de la renuncia de Benedicto XVI, el pasado 11 de febrero.
“No viajaré al cónclave”, dijo Keith O’Brien.
“No deseo que los medios de comunicación se focalicen en mi persona en Roma, sino más bien en el papa Benedicto XVI y su sucesor”, agregó.