Si bien se sabe que el alcohol puede alterar la acción de algunos medicamentos e incluso traer consecuencias nefastas al organismo, no muchos conocen los efectos de ciertos alimentos al interactuar con determinados fármacos.

Por ello, te mostramos un listado recopilado por Huffington Post que muestra los bocadillos que pueden causar complicaciones mientras tomas ciertos tipos de remedios. Pon atención.

1. Pomelo

Un reciente estudió dirigido por David Bailey, de la Lawson Health Research Institute en Ontario (Canadá), determinó que los pomelos pueden interactuar negativamente con cerca de 85 medicamentos, que incluyen fármacos para reducir el colesterol, antibióticos y bloqueadores de los canales de calcio utilizados para tratar la presión arterial alta. Asimismo, pueden alterar el efecto de medicamentos para combatir el cáncer o inhibir el sistema inmunitario en las personas que han recibido un trasplante de órgano.

“La mitad de estos medicamentos pueden causar muerte súbita “, dijo Bailey, quien agregó que las interacciones pueden dar lugar a “insuficiencia renal y respiratoria aguda, hemorragia gastrointestinal, u otros efectos graves “.

Esto se debe a que el pomelo contiene un compuesto llamado furanocoumarin, que bloquea la enzima citocromo P450 3A4, que se utiliza para metabolizar muchos fármacos. Si se bloquea la enzima, el fármaco puede llegar rápidamente a niveles tóxicos en el torrente sanguíneo. 

2. Verduras de hojas verdes

Las verduras de hojas verdes como achicorias, brócolis, acelgas y lechugas, están llenos de fibra, vitaminas y antioxidantes, que fortalecen los huesos y la función cerebral. Sin embargo, también promueven la coagulación de la sangre. Por lo tanto, si estás tomando un diluyente de la sangre, una ensalada con este tipo de vegetales podría contrarrestar el efecto del medicamento.

3. Lácteos

Si estás ingiriendo antibióticos en base a quinolonas, ten cuidado con los alimentos ricos en calcio, porque pueden reducir la capacidad del organismo para absorber el medicamento.

Los antibióticos elaborados con quinolonas son los más populares, tales como el ciprofloxacino y otros tratamientos de uso frecuente para enfermedades como infecciones del tracto urinario, neumonía y bronquitis.

4. Queso y embutidos

Los embutidos (salchichas, jamón, vienesas, paté, salame, cecinas en general) y los quesos de cóctel (como el parmesano y el queso azul) contienen un aminoácido llamado tiramina, el cual puede interferir con los antidepresivos inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO).

Y es que la tiramina, que también se produce naturalmente en el cuerpo y trabaja para regular el azúcar en la sangre, puede comenzar a acumularse en niveles peligrosos en quienes toman este tipo de fámarcos. Esto se debe a que estos antidepresivos también inhiben una enzima oxidasa de monoamina, que ayuda a descomponer la tiramina en el torrente sanguíneo.

El cuerpo, naturalmente, calibra los niveles de tiramina, sin embargo, el consumo excesivo puede causar un aumento peligroso de la presión arterial.

5. Cafeína

La cafeína puede interactuar con varios medicamentos, tales como los antibióticos quinolonas. Éstos últimos pueden impedir la descomposición de la cafeína en el cuerpo, lo que puede llevar a efectos secundarios como nerviosismo y palpitaciones.

El mismo efecto puede ocurrir en quienes toman estrógenos, medicamentos para el asma y remedios contra la ansiedad. Además, la cafeína dificulta la coagulación de la sangre, por lo que aquellos que toman anticoagulantes pueden experimentar sangrados.

6. Regaliz

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) recomienda evitar el regaliz si estás tomando digoxina, un medicamento para la insuficiencia cardíaca o ritmo cardíaco anormal. Y es que este dulce puede aumentar el riesgo aumentar los efectos tóxicos del fármaco.

Asimismo, quienes ingieren la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) para la presión arterial alta, deben tener cuidado con el regaliz, porque puede disminuir su eficacia e incluso conducir a una acumulación de potasio .