España dará la nacionalidad a todos los sefardíes independientemente de donde vivan a condición que demuestren ser descendientes de los judíos que fueron expulsados del país en 1492, además de un vínculo con la cultura española, anunció este jueves el gobierno.
Se trata de “un procedimiento para el reencuentro”, aseguró el ministro español de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, al presentar en el Centro Sefarad-Israel de Madrid este “procedimiento sobre concesión de nacionalidad española a los extranjeros sefardíes por carta de naturaleza”.
“Se trata de un mecanismo legal que responde a la voluntad de España de facilitar los aspectos legales de proceso de adquisición de la nacionalidad española por parte de los ciudadanos sefardíes de la diáspora”, precisó el Centro Sefarad-Israel en un comunicado.
Por este nuevo mecanismo legal, se estimará que la condición de sefardí es “por sí misma una circunstancia excepcional que da derecho a la nacionalidad con independencia de dónde resida el solicitante”, explicó Ruiz-Gallardón.
Sin embargo, el candidato, precisó, deberá demostrar vínculos objetivos con España, “ya sea por los apellidos, por idioma familiar, descendencia directa o parentesco colateral” con sefardíes a quienes ya se concedió la nacionalidad española.
La iniciativa responde a un deseo de “recobrar la memoria de la España silenciada”, consideró durante el acto el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, que en su calidad de canciller preside el Centro Sefarad-Israel.
Bajo los reyes católicos, en 1492 fueron expulsados de los reinos de Castilla y Aragón todos los judíos que no aceptaron convertirse al catolicismo.
Es difícil calcular el número de personas que podrían acogerse a esta medida, afirmó Ruiz-Gallardón, señalando sin embargo que según estudios hay cerca de 250.000 personas en el mundo que hablan sefardí, el dialecto judeoespañol.