La Contraloría General de la República emitió solo 17 observaciones al Plan Regulador Metropolitano de Valparaíso (Premval), ingresado durante el primer semestre de este año luego de la votación favorable del Gobierno Regional.

La información fue confirmada por el seremi de Vivienda, Matías Avsolomovich, quien explicó que con estas observaciones que a su juicio son mínimas, se espera que prontamente pueda aprobarse en forma definitiva.

Según la autoridad, el anterior pronunciamiento de la Contraloría del año 2009 generó más de 88 observaciones. Eso gatilló que el Premval fuera nuevamente a una evaluación ambiental, donde los servicios realizaron más de 200 objeciones.

En esta ocasión, las 17 observaciones están divididas en cuatro áreas, todas ellas en aspectos que son abordables y que no implican la necesidad de una nueva evaluación medioambiental.

El consejero Manuel Millones, presidente de la Comisión de Ordenamiento Territorial del Consejo Regional, destacó también el hecho, que deja en una inmejorable postura a los actuales Core.

De acuerdo a sus declaraciones, esto permitirá que los puntos objetados se puedan mejorar y sean presentados a la brevedad a la Contraloría para su aprobación definitiva. De lo contrario, peligran varios proyectos asociados a este instrumento.

La Comisión de Ordenamiento Territorial espera reunirse antes de 30 días para trabajar junto al Ministerio de Vivienda en las observaciones desarrolladas por Contraloría y esperan entregar el instrumento a fin de año, para tenerlo vigente el 2013. 3

El Premval establece y fija reglas claras que orientan el desarrollo urbano del Valparaíso Metropolitano para los próximos 30 años, donde destacan por ejemplo la reducción de 575 hectáreas de industrias molestas en Quintero-Puchuncaví. Además, se establece un cordón de áreas verdes y parques intercomunales en torno a la actual zona industrial.

Se gravan cerca de 1.000 hectáreas de áreas verdes y un parque intercomunal de 120 hectáreas en el campo dunar de Quintero, junto a otro parque de 48 hectáreas en torno al actual zoológico y más de 600 hectáreas que reconocen fondos de quebradas y otras zonas con vocación de esparcimiento.

La propuesta de extensión urbana considera incorporar dentro de esta área de extensión los terrenos en que habitan miles de familias en situación irregular, en los llamados campamentos.