La Corte Suprema confirmó el respaldo a un recurso de protección presentado por Servicio de Salud de Talcahuano, en contra de una madre que se opone a aplicar a su hija el plan de vacunas nacional.
En fallo dividido, los ministros de la Tercera Sala del máximo tribunal ratificaron la sentencia del tribunal de alzada de Concepción que establece que el actuar de Desirée Becerra Toledo “es caprichoso y atentatorio al derecho a vida y la salud de la menor”.
La resolución indica que la negativa de la madre de la menor en vacunarla conforme al calendario de vacunas que ha establecido el Ministerio de Salud, ha sido ilegal, “por cuanto dicha negativa ha sido sólo por la voluntad o capricho de la recurrida”.
“Además ha amenazado el legítimo derecho a la vida de la menor, ya que al no ser vacunada se encuentra expuesta a contraer enfermedades inmunoprevenibles que podrían acarrearle discapacidades, e incluso la muerte”, advierte el fallo.
Es por ello que la Corte Suprema autoriza al Servicio de Salud para que proceda a la vacunación de la menor, “tan pronto como quede ejecutoriada la presente sentencia, pudiendo recabar el auxilio de la fuerza pública en caso de oposición, bastando para ello, la sola presentación de copia autorizada de esta resolución”.
La sentencia se adoptó con el voto en contra del ministro Sergio Muñoz, quien consideró que “se debe analizar si efectivamente la negativa de la madre reviste el carácter de arbitraria, esto es, sustentada en el mero capricho”, pues a su juicio, como madre “busca impedir que su hija, actualmente sana, reciba sustancias tóxicas”.
Para ello se habrían pedido informes al Ministerio de Salud sobre la inocuidad de las vacunas, sin que haya una respuesta, y que sólo un documento de la Seremi del ramo no fue acompañado de antecedentes o estudios que satisfagan las inquietudes de la madre de la pequeña Emilia, “quien no se niega injustificadamente a que su hija sea vacunada, sino que exige que previo a ello, se le demuestre que las mencionadas vacunas son beneficiosas y no perjudiciales”, opina el juez disidente.
Desiree Becerra Toledo, la joven madre, señaló que mantendrá su postura tras conocer el fallo y comentó que durante su embarazo leyó artículos que señalan que las vacunas son dañinas para el cuerpo. Prefiere la medicina alternativa, una limonada para el dolor de cabeza antes que pastillas. Por eso se niega rotundamente a caer en lo que ella considera un “sistema que busca mantener a la gente con problemas de salud”.
Su postura no cambia ante lo indicado por la Suprema. Dice que no ha sido notificada y que nadie puede quitarle a su hija ni obligarla a recibir el tratamiento de vacunas necesarias para un recién nacido.
Pidió al Ministerio de Salud un documento que especificara el contenido de las vacunas, al igual que los beneficios y posibles daños, sin embargo nunca se lo entregaron.
Solicitó ayuda a la Corporación de Asistencia Judicial donde una abogada habría tomado su caso, pero recibió atención, sostiene.
Finalmente reitera que su hija de 7 meses está en perfecto estado de salud y que ni siquiera se resfrió, ni sufre de enfermedades.
Desde el Servicio de Salud de Talcahuano señalaron que prefieren no emitir declaraciones hasta comunicarse personalmente con la mamá.