A la espera de la elección primaria para elegir al abanderado de la DC está la ex presidenta Michelle Bachelet, para comunicar su decisión de competir por la candidatura presidencial de la Concertación y otras fuerzas opositoras.

La primaria de la DC, de no mediar cambios, tendrá lugar el 20 de enero del año próximo, propuesta que la mesa directiva hará a la Junta Nacional del 17 de noviembre.

Según fuentes de La Radio, la ex mandataria tendría resuelto hacer pública su decisión de competir por la nominación opositora en febrero, y en marzo regresaría al país desde Nueva York para dar inicio a su campaña. Así lo transmitió a parte de su círculo más cercano en Chile.

Si bien en amplios sectores de la oposición nadie duda que la ex jefa de estado será la carta presidencial para competir contra Laurence Golborne o Andrés Allamand, Michelle Bachelet desea que la primaria se haga a todo evento para así promover la participación ciudadana que valide aún más su opción.

La ex gobernante estima que en ese proceso deben participar todos los precandidatos en carrera, independientemente de que algunos marquen menos de un cinco por ciento en las encuentas. Incluso, algunos buscarán que lo haga el presidente del Partido Progresista, PRO, Marco Enríquez Ominami, quien -en todo caso- ha insistido que la única primaria posible es la elección presidencial que tendrá lugar el noviembre del próximo año.

El triunfo de un amplio sector de la oposición en las recientes elecciones municipales también influye en la postura de la ex jefa de estado, particularmente la muestra de unidad plasmada en el pacto de la Concertación con el Partido Comunista, que resultó ser finalmente una alianza exitosa para enfrentar a la derecha.

El resultado de los comicios comunales marcó cierto punto de inflexión y ha enfriado el debate sobre si el conglomerado debe dar un giro a la izquierda o enfatizar el eje de centroizquierda. Todo ello en pos de la unidad que en las municipales fue la muestra de que es la vía que permitirá recuperar el gobierno el 2013.

En meses pasados, la ex presidenta Michelle Bachelet transmitió, a través de sus cercanos, múltiples mensajes sobre que sólo está dispuesta a asumir una candidatura presidencial si hay una unidad opositora amplia, más allá de la Concertación.

Lo anterior es un punto es clave para una eventual nueva administración porque, independientemente de su altísima popularidad, muchos creen que no está dispuesta a arriesgar su capital político para ganar la presidencial, pero después gobernar acompañada de una coalición desordenada y con fuertes diferencias, lo que ha sido la tónica de los últimos años.

La primaria opositora está fijada para el 30 de junio y en ella, de confirmarse este escenario, Bachelet competiría con el presidente del Partido Radical, José Antonio Gómez; el ex ministro Andrés Velasco; el abanderado de la Democracia Cristiana, Claudio Orrego o Ximena Rincón; y el candidato que levantaría el Partido Comunista.