La fuerte polémica en torno a si el gobierno del presidente Sebastián Piñera manipuló las cifras para dar a conocer una supuesta baja en las cifras de pobreza no se quedó sólo en nuestro país. Esta semana, el prestigioso diario estadounidense The New York Times publicó una nota donde expone las dudas que aún existen en torno a la fiabilidad de los datos, y la comprometida posición en que quedó la credibilidad del país tras el escándalo.

En un artículo sucintamente titulado como “Acusan al presidente chileno de manipular las cifras de pobreza”, el matutino hace un recuento del caso, desde la difusión de los índices por parte del gobierno, hasta las acusaciones de la oposición y, finalmente, el desmentido realizado por la CEPAL.

“Nadie puede negar que el presidente Piñera ha hecho esfuerzos reales para combatir la pobreza -concede el artículo- fomentando la creación de empleos y entregando subsidios a los chilenos más pobres”.

“Sin embargo los detalles técnicos indicaban que el margen de error de las cifras era del 0.82%. Cualquier matemático riguroso insistiría en que el descenso que Piñera celebró durante semanas es estadísticamente insignificante. Esto porque mientras es posible que la pobreza haya caído hasta un 13.6% de la población, también pudo haber realmente subido hasta un 15.2%”, afirma a continuación.

Más aún, el diario norteamericano llama la atención de que el Primer Mandatario, con su formación en economía, no haya reparado en este punto.

“Piñera ciertamente sabe de números: posee una maestría y un doctorado en economía de la Universidad de Harvard, y fue profesor del ramo durante 17 años en las universidades chilenas, al tiempo que amasaba una fortuna superior a los 2.400 millones”.

Pero el punto que examina con mayor cuidado The New York Times, es la situación delicada en que quedó el Estado de Chile respecto de la CEPAL, considerando que ésta le servía de garante desde 1987 en sus cifras sociales, una relación considerada única y fuente de prestigio para nuestro país.

“(La CEPAL) lamenta que su prestigio internacional haya sido utilizado en debates respecto de las cifras de pobreza entregadas por el Ministerio (de Planificación Social) y reevaluará la continuidad de su colaboración”, cita el periódico de un comunicado emitido por la agencia dependiente de la ONU, la que anteriormente había advertido al gobierno de que la reducción en las cifras de pobreza eran demasiado bajas como para considerarlas significativas.

Finalmente, el diario aterriza las estadísticas duras con casos reales, citando la situación de la señora Olga Riquelme, quien pese a vivir en una mediagua junto a su familia, y reunir un sueldo apenas superior a los 350 mil pesos entre su trabajo como empleada doméstica y el de su marido, en la construcción, está considerada como “fuera de la pobreza”.

“Me gustaría ser una de esos afortunados (que no son pobres), pero creo que eso sólo ocurrirá si me gano la lotería”, afirmó al medio.