Estados Unidos dijo este jueves que aún considera a Egipto como un aliado mayor fuera de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), negando así un cambio de política, pese a que el presidente Barack Obama había dicho que no era ni un aliado ni un enemigo.

“El presidente, en términos legales y diplomáticos, estaba hablando correctamente. Nosotros no tenemos un tratado de alianza con Egipto. Aliado es un término legal”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

“Pero como ha dicho el presidente, Egipto es un compañero antiguo y cercano de EEUU y sobre esa base hemos apoyado su transición hacia la democracia y trabajado con el nuevo gobierno”, explicó.

“No creo que podamos considerarlos un aliado, pero no los consideramos un enemigo”, había declarado Obama el miércoles durante una entrevista.

El comentario de Obama parecía insinuar un cambio de posición con respecto a Medio Oriente por parte del gobierno estadounidense, que ha visto a sus aliados de décadas barridos por la Primavera Árabe y reemplazados por gobiernos más representativos pero menos favorables a Estados Unidos.

Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado Victoria Nuland reconoció que Egipto es un “aliado mayor fuera de la OTAN”, estatus que posee desde 1989 y que le ha permitido una relación cercana con el ejército de Estados Unidos.

El Pentágono, que ha tenido una larga y beneficiosa relación con el ejército egipcio durante el gobierno de Hosni Mubarak, dijo que las relaciones del ejército estadounidense con El Cairo permanecen cercanas.

“Creemos que nuestra relación va en buen camino en lo que respecta a los lazos militares”, dijo el portavoz George Little.