El Partido Revolucionario Institucional (PRI) que ganó la presidencia en México se colocó como primera fuerza en las cámaras de diputados y senadores, pero sin lograr la mayoría, informó el domingo la autoridad electoral.

El Instituto Federal Electoral (IFE) ratificó el domingo que el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, obtuvo la mayoría de votos para la presidencia de México el pasado 1 de julio, pero en el Legislativo no contará con la fuerza necesaria para aprobar por si solo las reformas estructurales que propone en materia fiscal, laboral y energética.

En la cámara de Diputados, integrada por 500 legisladores, el PRI consiguió, en alianza con el Partido Verde, 37,99% de los escaños, dijo el IFE en un comunicado que no dio el número de lugares obtenidos por partido, pero según un cálculo preliminar de especialistas, contarán con 241 parlamentarios.

Por su parte el izquierdista Movimiento Progresista, una coalición de tres partidos, consiguió el 26,97% y de acuerdo con este cáculo esto le permitirá tener 134 curules, mientras que el oficial Partido Acción Nacional se quedó con 25,90%, equivalente a 115 sitios

El minoritario Partido Nueva Alianza obtuvo 4,08% que le significará 10 asientos.

El sistema electoral mexicano establece que de los 500 diputados, 300 se eligen por voto directo, mientras que 200 restantes son designados de manera proporcional con base a la cantidad de votos que obtuvo cada partido.

Por lo que toca a la cámara alta, compuesta por 128 senadores, el PRI en alianza con el Partido Verde, se quedó con 37,88% de las sillas, equivalente a 61 lugares, mientras que Acción Nacional con el 25,90% tendrá 38 asientos; el Movimiento Progresista con 26,97% se quedó con 28 sitios, y el Partido Nueva Alianza que tuvo 4,08% de la votación, con un asiento.

El comunicado precisó que se anuló 4,99% de la votación para los integrantes de ambas cámaras.

De acuerdo con la legislación mexicana se requiere contar con la mitad más uno de los votos para tener mayoría simple y con dos terceras partes para mayoría absoluta, necesaria para pasar reformas constitucionales.

Analistas han advertido que esta situación obligará al PRI a negociar con los demás partidos para sacar adelante las reformas propuestas.