La antigua actriz francesa Brigitte Bardot suplicó el jueves a la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, que ponga fin al “genocidio animalario de pequeños burros”, criados y sacrificados para la industria alimentaria y cosmética en China.

“Yo que he amado tanto a Brasil, me repugna, estoy indignada de ver que este país colabora con China para matar, cada año, a 300.000 burros explotados por el hombre y a los que debería dejar en paz”, escribe la antigua actriz en una carta hecha pública por su Fundación.

“No puede como presidenta, como mujer, como ser humano, aceptar esta ignominia bárbara, esta vuelta atrás que mancharía profundamente la imagen de Brasil”, estimó, y dijo estar “indignada por este escándalo” que quiere convertir en “mundial”.

Según la asociación “One Voice”, que puso en línea una petición, el popular burro del noreste del país, cuya oferta excede ligeramente la demanda en la región, se ha convertido en febrero pasado en un producto de exportación tras un acuerdo pasado entre Brasil y China, que autoriza su libre comercialización.

En esta región de Brasil, los burros que eran tradicionalmente utilizados para desplazarse o para cargar, están siendo progresivamente remplazados por motos.