De acuerdo a un reciente estudio de la Academia de Odontología General de Estados Unidos, el consumo regular de bebidas energéticas deteriora irreversiblemente los dientes, principalmente su esmalte, lo que provoca que se vuelvan más sensibles y propensos a las caries.

Para demostrar los efectos de este tipo de líquidos, un grupo de expertos analizó los niveles de acidez de 13 bebidas isotónicas y 9 energéticas, sumergiendo muestras de esmalte dental humano en cada una de ellas durante 15 minutos, y luego en saliva artificial durante dos horas.

Este proceso, se repitió 4 veces diarias durante cinco días y, al finalizarlo, los investigadores apreciaron evidentes daños en el esmalte.

Al respecto Poonam Jain, autora principal del estudio, aseguró que “Esta prueba simula la misma exposición a la que están sometidos los dientes de una gran proporción de adolescentes y adultos de forma regular cuando beben una de estas bebidas cada ciertas horas”.

“Los jóvenes que consumen estas bebidas asumen que van a mejorar su rendimiento deportivo y que éstas son ‘mejores’ para ellos que las bebidas gaseosas”, pero lo que no saben es que su efecto es como si ‘bañaran’ sus dientes en ácido, añadió.

Para evitar este problema Jennifer Bone, vocera de General Dentistry, aconsejó reducir al mínimo el consumo de estas bebidas y, de ingerirse, recomendó mascar chicle sin azúcar o enjuagarse la boca con agua después de beberlas.

“Ambas tácticas aumentan el flujo de saliva, que ayuda de forma natural a devolver los niveles de acidez de la boca a la normalidad”, añadió Bone a la página de la cadena estadounidense CBS.

Finalmente, los especialistas indican que es preferible que los consumidores esperen por lo menos una hora antes de cepillarse los dientes tras consumir bebidas energéticas, pues si se hace lo contrario el ácido podría extenderse a las superficies de los dientes aumentando la acción erosiva, consignó TeleSUR de América Latina.

Además, los consumidores deben esperar por lo menos una hora antes de cepillarse los dientes después de ingerir bebidas energéticas. De lo contrario, el ácido se extiende en las superficies de los dientes, lo que aumenta la acción erosiva.

Pese a ello, la Asociación Estadounidense de Bebidas (ABA por sus siglas en inglés), aseguró que “Este estudio no fue aplicado a humanos y de ninguna manera refleja la realidad. Las personas no mantienen ningún tipo de líquido en sus bocas en intervalos de 15 minutos, durante períodos de 5 días (…) los hallazgos de este escrito simplemente no pueden aplicarse a situaciones de la vida real”, indicaron.