La actriz estadounidense Julia Roberts, que se había alejado de las cámaras para dedicarse a sus tres hijos, descubrió “el placer de ser malvada” al encarnar a la cruel madrastra de Blancanieves, en una nueva adaptación al cine del clásico de los hermanos Grimm.

“Mirror Mirror” (traducida como “Blancanieves” o “Espejito espejito”) se estrena este viernes en Estados Unidos, y entre esta semana y la próxima en Latinoamérica, bajo la dirección del indio Tarsem Singh, autor también de la reciente “Los inmortales”.

El cuento de los hermanos Grimm está de moda en este momento en Estados Unidos. En junio se estrena “Snow White and the Huntsman” (Blancanieves y el cazador), con Charlize Theron en el papel de la malévola reina y la estrella de “Twilight”, Kristen Stewart, como Blancanieves.

Y el ballet “Blancanieves”, del francés Angelin Preljocaj, realiza una gira en abril y mayo en América del Norte.

Julia Roberts, quien a sus 44 años sigue siendo una actriz mimada por los estadounidenses, ha prestado su célebre sonrisa a varios cuentos de hadas modernos -como “Pretty Woman” (1990) y “Erin Brockovich” (2000)-, pero hasta hace poco no se sentía particularmente atraída por actuar en un cuento “clásico”.

“Cuando me dijeron al teléfono: ‘Estamos preparando una adaptación de Blancanieves’, realmente no me llamó la atención”, dijo la actriz a la prensa en la presentación del filme en Santa Mónica, un balneario al oeste de Los Ángeles.

“Hasta que Tarsem me sedujo, a su manera, morbosa, y vi el guión y me di cuenta de que realmente había algo interesante allí”, ironizó.

Si bien el filme retoma la trama universalmente popularizada por la cinta animada de Walt Disney, se permite no obstante un tono distinto, en ocasiones resueltamente cómico o absurdo, creando un mundo visual más cercano a “Alicia en el país de las maravillas” que a los hermanos Grimm.

Para Roberts, el problema que planteaba la película no era alejarse lo más posible de la versión de Disney, “sino cambiar de tono, crear otra relación” entre Blancanieves (interpretada por la joven británica Lily Collins) y su madrastra. “Me parece que al público le gustan las variaciones”.

La actriz afirma haber disfrutado el papel de la cruel madrastra. “Fue un placer interpretar a esta villana, porque ninguna verdadera norma se aplica realmente a ella”, observó.

“Podía hacer cualquier cosa y descarrilarme hacia cualquier dirección en cualquier momento, si para mí tenía sentido. En este sentido fue muy divertido”, dijo.

El viento de la modernidad sopla también sobre el personaje de Blancanieves, afirmó por su parte Lily Collins. “Es una joven de hoy en día, que puede salvar al príncipe tan fácilmente como el príncipe la salva a ella”.

“Se convierte en una luchadora, física y emocionalmente, que pasa de ser la princesa joven e inocente que todo el mundo conoce a la mujer que encuentra en sí misma la fuerza para pelear por lo que cree”, explicó la actriz de 23 años.

Si bien “Mirror mirror” es una película familiar -mientras “Snow White and the Huntsman” es bastante más oscura- Roberts no tiene, no obstante, la intención de hacérsela ver a sus gemelos Hazel y Phinnaeus (7 años) ni a su hijo Henry (4 años). Porque en casa de Julia Roberts, no se mira televisión.

“En casa tenemos una película bastante rígida respecto a la televisión. Más bien leemos libros”, dijo. “Quiero decir, esos pequeños momentos antes de ir a la cama, preferimos pasarlos hablando, contándonos nuestra jornada y leyendo libros”.