Un pedazo de un viejo satélite ruso pasó a toda velocidad cerca de la Estación Espacial Internacional (ISS), obligando a su tripulación a refugiarse brevemente en dos cápsulas Soyuz, indicaron el sábado las agencias espaciales rusa y estadounidense.

Los restos a la deriva procedían del satélite Cosmos 2251 lanzado en 1993 y que entró en colisión con el satélite de comunicación estadounidense Iridium-33 en febrero de 2009.

La NASA indicó en su cuenta en la red Twitter que se trata de la “tercera vez” que una tripulación se refugia en las cápsulas Soyuz debido al paso de esos restos.

La agencia espacial rusa precisó que el pedazo de satélite pasó a unos 23 kilómetros de la estación internacional, obligando a los tres rusos, dos estadounidenses y un miembro holandés de la tripulación a buscar refugio en las Soyuz.

Estas cápsulas Soyuz están acopladas a la ISS y son utilizadas por las tripulaciones para regresar a tierra tras sus misiones, o en caso de emergencia.

“La amenaza pasó”, declaró un responsable del centro de control de la misión rusa a la agencia Interfax. “Los cosmonautas han retornado (a la estación) para proseguir su misión”, añadió.

Millones de pedazos de metal, plástico o vidrio giran en torno a la tierra. Son los residuos de los 4.600 lanzamientos en los 55 años de conquista y utilización del espacio.