Vecinos de Hualqui y otras localidades ribereñas del río Bío-Bío, exigen la pronta apertura de la variante Quilacoya que todavía no está operativa por trabas administrativas de la Empresa de Ferrocarriles del Estado.

Se reunirán con el gerente general, de quien esperan obtener una respuesta definitiva.

Las obras en la variante Quilacoya ya están terminadas. El proyecto simboliza una petición histórica de los habitantes de esas localidades, que exigían soluciones ante las malas condiciones de accesibilidad que los tenía aislados. Pero el camino todavía no está operativo y es la Empresa de Ferrocarriles del Estado, la que lo impide por negarse a autorizar un paso ferroviario a nivel.

Según Carlos Silva, presidente del comité vecinal pro camino, por muchos años esperaron una nueva alternativa vial que mitigara los riesgos que corren en el único camino que tienen: la cuesta Quilacoya, con pendientes fuertes, curvas cerradas y sin pavimento. Por ello, no entienden tanta tardanza en la entrega.

Plantearon su preocupación al titular de Obras Públicas en la región, y de paso solicitaron información respecto a lo que falta para autorizar el cruce ferroviario. El seremi Arnaldo Recabarren sostuvo que sólo faltan ciertas ratificaciones por parte de EFE porque todas las exigencias de seguridad fueron cumplidas por el MOP. Se reunirán el miércoles con el Gerente General de Ferrocarriles, cita de la que esperan tener la autorización final.

La emblemática construcción viene a beneficiar a los habitantes de las localidades de Hualqui, Quilacoya, Talcamávida, Unihue, San Rosendo y Laja. Permitirá además disminuir los tiempos de viaje, mejorar la seguridad y accesibilidad hacia las comunas ribereñas del río Bío-Bío, desde Quilacoya hasta San Rosendo.