Comenzó el nuevo juicio de un hombre acusado de femicidio frustrado en contra de su ex pareja, hecho ocurrido en el sector Lorenzo Arenas de Concepción durante marzo del año pasado.

El 2 de marzo del año pasado, Jenny Olmos de Aguilera, de 42 años, salió temprano de su casa en Lorenzo Arenas para tomar locomoción colectiva.

Su ex pareja, Ricardo Labrín Vergara, de 43 años, alto y con conocimiento de artes marciales, la esperaba disfrazado con una media de mujer en la cabeza, peluca, bigotes y nariz falsa. La atacó por la espalda y le clavó un cuchillo en el cuello.

La mujer le arrebató parte del disfraz, lo reconoció, gatillando la huida del hombre. La víctima regresó a su domicilio y su hija de 14 años la vio ensangrentada y solicitó auxilio.

En noviembre del año pasado, el Tribunal de Juicio Oral penquista lo condenó, pero por el delito inferior de lesiones graves. 800 días de pena remitida, es decir, en libertad.

El Ministerio Público apeló de nulidad a la Corte de Apelaciones de Concepción que ordenó repetir el juicio, el que comenzó este jueves.

La fiscal Marcela Bustos insiste en que hubo un intento deliberado de asesinar a la mujer.

En tanto Mauricio Massa, abogado defensor del imputado espera obtener el mismo resultado que en el primer juicio, porque asevera que los 22 días que la mujer pasó hospitalizada demuestra que sufrió heridas graves sin compromiso vital. Y que el agresor se arrepintió de matarla y por eso escapó.

La fiscal Bustos desestimó esta postura y solicita 12 años de cárcel.

El centro de atención de víctimas de delitos violentos de la corporación de asistencial judicial es parte querellante y pide 15 años de cárcel por existir alevosía, demostrado con la preparación de disfrazarse. La unidad ha apoyado a la víctima y su familia, como a la hija que a diferencia del primer juicio no prestará declaración por sentirse acosada, señaló la abogado Claudia Castillo.

El caso fue el primer femicidio registrado en la región del Bío-Bío luego de recategorizado el delito, que aumentó la pena a 15 años de prisión.