El primer ministro interino de Libia, Abdel Rahim al Kib, pidió este jueves a Estados Unidos ayuda para ocuparse de los “remanentes” del régimen del exlíder libio Muamar Gadafi, y minimizó la posibilidad de una posible división de Libia.

“Una de las cosas que solicitamos a la señora secretaria (de Estado Hillary Clinton) fue ayuda para (manejar) los remanentes del antiguo régimen”, dijo Kib durante una conferencia de prensa tras reunirse con Clinton en Washington.

Los partidarios de Gadafi “han sido dañinos, han causado problemas y nosotros necesitamos aplicarles la justicia que corresponde”, dijo Kib. “También necesitamos los fondos que robaron al pueblo de Libia”, añadió.

Tanto Kib como funcionarios estadounidenses minimizaron la probabilidad de que Libia sufra una secesión.

El martes, líderes políticos y tribales de Bengasi declararon autónoma a Cyrenaica (región del este), rica en petróleo, pero reconocieron al Consejo Nacional de Transición como la legítima representación de Libia en asuntos del Exterior.

“Les puedo asegurar que eso es la democracia en práctica, y es simplemente eso”, dijo Kib, matizando la reacción del líder libio Mustafa Abdel Jalil, quien dijo el miércoles que de ser necesario, defendería la unidad nacional por la fuerza.

Por su parte, un alto funcionario del Departamento de Estado dijo que pese a que esos hechos preocupan, parecen más bien una muestra de que los libios del este que se opusieron a la centralización del poder en Trípoli bajo el régimen “quieren asegurarse de que su voz será escuchada.”