Cuba calificó el lunes de “irrespetuosas e injerencistas” las declaraciones del canciller de España, José Manuel García-Margallo, sobre la situación de los derechos humanos en la isla y lo instó a “ocuparse” de “los graves problemas” que tiene su país en esa materia.

“Expresamos nuestro más enérgico rechazo a esas declaraciones que constituyen una nueva intromisión en los asuntos internos cubanos. No es en Cuba donde están los admiradores de (el dictador Francisco) Franco. Es mejor que (García-Margallo) mire a su alrededor”, señaló el vicecanciller cubano, Dagoberto Rodríguez, en un comunicado enviado a la prensa.

Rodríguez explicó que en una entrevista que publicó el domingo el diario español El Mundo, García-Margallo “utilizó expresiones irrespetuosas e injerencistas sobre los derechos humanos y el Estado de derecho en Cuba”.

“El canciller español debe recordar que Cuba ya no es una colonia” y “que no acepta cuestionamientos de nadie, y en particular de aquellos que intentan dar lecciones, cuando en realidad tienen el tejado de vidrio”, añadió el vicecanciller cubano.

Subrayó que el gobierno español “debe más bien ocuparse de dar solución a los graves problemas que enfrenta”, como “la represión policial contra los manifestantes pacíficos” y “la deplorable situación en las cárceles, entre otros violaciones de los derechos humanos”.

En la entrevista García-Margallo insistió en que mientras Cuba no dé pasos hacia la democracia, su país no apoyará el cambio de la Posición Común de la Unión Europea hacia la isla comunista.

Cuba estima que la Posición Común, adoptada en 1996 por el bloque y que rige las relaciones con La Habana, supeditándolas a progresos en derechos humanos y democracia, es un documento obsoleto que debe reemplazarse por un acuerdo de cooperación, consensuado por ambas partes.