Italia emitió este miércoles bonos a seis meses por 9.000 millones de euros, a una tasa de 3,251%, muy inferior al 6,504% que pagó en la anterior emisión similar del 25 de noviembre.

Prueba de la buena noticia, la Bolsa de Milán ganaba un 1,2% a media jornada y se colocaba or encima de la simbólica barrera de los 15.000 puntos.

Según el Tesoro italiano, la demanda fue muy fuerte y alcanzó 15.200 millones de euros.

Para otra colocación de certificados del Tesoro este miércoles pero a dos años, las tasas también disminuyeron a 4,853% contra 7,814% de la última emisión similar de fines de noviembre.

El Tesoro escogió colocar por 1.733 millones de euros, en consecuencia en el segmento inferior de los fondos que buscaba levantar (entre 1.500 y 2.500 millones de euros) y a pesar de haber recibido una demanda equivalente a 3.875 millones.

Italia, tercera economía de la zona euro, es el único país europeo que necesita colocar bonos en los mercados antes del 31 de diciembre.

Esta prevista una nueva emisión para este jueves de entre 5.000 y 8.000 millones de euros en obligaciones a 3, 9 y 10 años.

El descenso de los volúmenes de transacciones a finales de año y la vuelta al escepticismo de los mercados con respecto a Italia y a su colosal deuda (1,9 billones de euros, 120% del PIB) habían hecho temer una nueva alza de las tasas italianas.

Antes de la sustitución del jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, por el tecnócrata Mario Monti el pasado 16 de noviembre, las tasas a 10 años rozaron el 7%, un nivel insostenible que hacía presagiar una suspensión de pagos del Estado italiano.

Según el diario Corriere della Sera, después de haber emitido 430.000 millones en obligaciones públicas en 2011, Italia deberá encontrar 450.000 millones de euros en 2012, la mitad en los cuatro primeros meses, todo un desafío.

Italia prevé una contracción de la economía del 0,4% de su PIB en 2012, en momentos en los que está ya a un paso de la recesión, con una caída del 0,2% del PIB en el tercer trimestre.

El gobierno italiano ha prometido una contraofensiva rápida, que podría empezar a tomar forma tras la reunión que el consejo de ministros celebrará este miércoles por la tarde.

Según la prensa italiana, esta reunión debería servir para fijar un calendario de acciones para los próximos meses con el fin de estimular una economía que conoce un crecimiento débil (inferior al 1%) desde hace una década.