La Casa Blanca rechazó el miércoles cualquier modificación a sus planes de despliegue del escudo antimisiles de la OTAN en Europa, y negó que implique una amenaza para Rusia, luego de una advertencia formal del presidente ruso Dmitri Medvedev.

“Los sistemas antimisiles cuyo despliegue está previsto en Europa no amenazan, y no pueden amenazar, la disuasión estratégica de Rusia”, declaró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Tommy Vietor. “No modificaremos ni limitaremos de ninguna manera nuestros proyectos de despliegue”, agregó.

Sus declaraciones se produjeron luego de que Rusia advirtiera que podría desplegar misiles en las fronteras de la Unión Europea como protesta contra las instalaciones de defensa antimisiles que Estados Unidos planea instalar en Europa del Este.

Medvedev dijo que Rusia estaba dispuesta a desplegar misiles Iskander, que según los funcionarios tienen un alcance de hasta 500 km, en el enclave de Kaliningrado, fronterizo con Polonia y Lituania, miembros de la Unión Europea.

Rumania y Polonia acordaron albergar parte de un renovado sistema de defensa antimisiles cuyo objetivo, según Estados Unidos, es aislar estados “paria” como Irán.

“Seguimos creyendo que la cooperación con Rusia sobre defensa antimisiles puede mejorar la seguridad de Estados Unidos, nuestros aliados en Europa y Rusia, y vamos a seguir trabajando con Rusia para definir los parámetros de cooperación posible”, agregó Vietor.