Debido al alto grado de descomposición de los restos exhumados del menor asesinado en 1979, Rodrigo Anfruns, el abogado querellante de visita en Valdivia, Roberto Celedón, señaló que es altamente probable que no se pueda encontrar material genético en sus uñas, que permitan identificar a los responsables de su secuestro y homicidio.

El profesional, sin embargo, sostuvo que uno de los resultados que puede ser clave, y que podrían arrojar las pericias, es el eventual hallazgo de una lesión ósea en la zona cervical, que acredite su hipótesis de que el menor falleció por una asfixia por estrangulamiento, que le causó un paro cardiorespiratorio.

Recordemos que en este caso existe sólo un inculpado, que en esa época tenía 16 años y fue sobreseído por ser menor de edad.

Según el abogado, el ahora hombre de 47 años sólo habría participado en el secuestro del niño Anfruns, siendo utilizado –a juicio del profesional- por terceros, esperando el resultado de los informes para interponer el procesamiento de ex agentes de seguridad, de funcionarios de la Policía de Investigaciones de esa época y de otros profesionales ligados a la Medicina, por haber intervenido en distintas fases de la investigación y pos hallazgo del cuerpo.

Celedón agregó que se trató de una operación de encubrimiento de los verdaderos hechores del crimen, en donde hubo secuestro, tortura y homicidio de un niño de 6 años.