El economista Mario Monti asumió este miércoles el cargo de primer ministro de Italia y presentó su equipo de gobierno, formado por tecnócratas, en el que se reservó la delicada cartera de Economía, para calmar el acoso de los mercados y recuperar la confianza de Europa.

Monti remplaza al “Cavaliere” Silvio Berlusconi, al término de una transición relámpago que busca tranquilizar a los mercados.

“La política espectáculo se acabó”, comentó el presidente de la Región Toscana, Enrico Rossi, al mencionar los escándalos sexuales y judiciales que marcaron los últimos tres años y medio de gobierno del magnate de las comunicaciones y primer ministro saliente Berlusconi.

El prestigioso economista, de 68 años, asumió la cartera de Economía y Finanzas en el nuevo gobierno sin políticos con el objetivo de poner fin a la fase de inestabilidad financiera que la semana pasada dejó a Italia al borde de la quiebra.

El primer ministro y los 16 nuevos miembros del Ejecutivo, entre ellos cinco mujeres, juraron su cargo y se reunieron sucesivamente en un Consejo de Ministros.

El Parlamento tendrá que ratificarlo el jueves como jefe del gobierno, tal como se prevé en una República parlamentaria.

El equipo de Monti, todos tecnócratas, contará además con un “superministerio” de Desarrollo Económico, Infraesctructuras y Transporte, a cargo de Corrado Passera, dirigente del segundo mayor banco de Italia, Intesa Sanpaolo.

“La fusión de esos ministerios permitirá una mayor coordinación del crecimiento económico”, explicó Monti a la prensa.

“Pero el problema no es si son unos buenos expertos, sino si van a contar con el apoyo del Parlamento”, advirtió Gianluca Spina, presidente del MIP, de la Universidad Politécnica de Milán.

Los italianos se preparan para superar tiempos difíciles, y el nuevo jefe de gobierno adelantó que las principales fuerzas políticas, sindicatos, industriales, jóvenes y mujeres “tenían plena conciencia de la actual situación de emergencia”.

El nuevo jefe de gobierno destacó que todos los sectores de la sociedad consultados han aceptado la idea de realizar “sacrificios” para intentar sacar a Italia de la crisis, que no da tregua a la península.

Los mercados castigaban de nuevo este miércoles la deuda soberana de Italia con una prima de riesgo a 10 años por encima del peligroso 7%, por lo que el nuevo Ejecutivo tendrá que tomar decisiones rápidas y eficaces para reducir la colosal deuda de 1,9 billones de euros (120% del PIB).

Tanto el Partido Demócrata (PD), principal movimiento de izquierda italiana, como el Pueblo de la Libertad (PDL), partido fundado por Silvio Berlusconi, aseguraron que apoyarán al gobierno en el Parlamento.

Monti, que anticipó que espera gobernar hasta que se concluya la actual Legislatura a mediados de 2013, designó entre sus expertos a varios católicos, entre ellos al prestigioso líder y fundador de la católica Comunidad de San Egidio, Andrea Riccardi, en el ministerio de Cooperación Internacional e Integración.

“Es un buen equipo” de gobierno, comentó por su parte el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano.

El nuevo gobierno de consenso podría adoptar también un nuevo plan de austeridad para completar las medidas de ajuste decididas en julio y septiembre por el gobierno de Berlusconi para alcanzar el equilibrio presupuestal en el 2013.

Según la prensa, el nuevo gobierno podría introducir un impuesto a las propiedades inmobiliarias, derogado por Berlusconi, así como una tasa a las grandes fortunas, una medida que inclusive los industriales están dispuestos a aceptar.

Igualmente podría introducir importantes cambios al sistema de jubilaciones, por lo que nombró una experta en pensiones en el ministerio de Trabajo y la privatización de servicios públicos como agua, luz y recolección de residuos.

Mientras tanto, el multimillonario jefe de gobierno saliente Berlusconi efectuó su traslado y retiró pocos efectos personales de la sede de gobierno, entre ellos un precioso jarrón chino y una espada de Kazajistán.