Apple limitaba la caída en la Bolsa de Nueva York este jueves, al día siguiente de la renuncia de su emblemático líder Steve Jobs, mientras que los inversores confían en el éxito de los productos de la marca de la manzana, pero se interrogan sobre su futuro a largo plazo.
El título del grupo informático perdía 1,04% a 372,23 dólares en el Nasdaq, una caída modesta comparada con la de más de 5% registrada en los mercados electrónicos que precedió el anuncio de la partida de Jobs, la noche del miércoles.
La reacción del mercado es moderada si se tiene en cuanta la importancia de Jobs en el funcionamiento de Apple, sociedad que fundó y que reactivó en 1997, con el lanzamiento de la computadora iMac.
Desde entonces, Apple a ido de un éxito a otro: el reproductor multimedia iPod, los teléfonos inteligentes iPhone y recientemente las tabletas digitales iPad.
Apple llegó a ser la segunda mayor sociedad cotizada en el mercado bursátil, superando brevemente -a principios de agosto- a la petrolera ExxonMobil.
Los analistas de RBC Capital Markets compararon la partida de Steve Jobs de su empresa informática con la de Henry Ford de la constructora de automóviles y de Walt Disney del grupo de entretenimiento, cuyas sociedades llevaban su nombre.
Los analistas financieros subrayaron, casi unánimemente, el crecimiento de la firma californiana, que en julio publicó un beneficio trimestral anual más que duplicado.
“Seguimos pensando que Apple va a registrar un fuerte crecimiento en sus resultados durante los próximos años, con una fuerte demanda de sus productos y una penetración relativamente débil a escala mundial de su iPhone, iPad y el Mac”, estimó Michael Walkley, de Canaccord Genuity.
Los observadores señalaron además que Tim Cook, quien será el nuevo director del grupo, estaba a cargo desde enero, cuando Steve Jobs tuvo que ausentarse por motivos de salud.
Cook “dirigió la sociedad cuando padecía la recesión de 2009, las amenazas competitivas en el mercado de los teléfonos multifuncionales y varias transiciones en términos de productos, durante las ausencias de Jobs en 2009 y 2011″, añadieron analistas de Morgan Stanley.
Estos especialistas estiman que la transición se produce en un buen momento, “en vistas de los lanzamientos de productos previstos y la aceleración de la ocupación de terreno en mercados clave”, especialmente en países emergentes.
“Tim Cook demostró su capacidad en la gestión de la producción y de la cadena de abastecimiento”, acotó el banco Jefferies.
“Aún durante los sucesos en Japón (el terremoto y maremoto de marzo) que ocurrieron durante el lanzamiento del iPad 2, logró multiplicar por dos, e incluso tres, las fuentes de abastecimiento”, agregó.
“Hace años que sabemos que Steve Jobs está enfermo, hace años que sabemos que habrá un día en el que desafortunadamente ya no estará ahí y hace años que sabemos que la sociedad se prepara para ese momento”, comentó Gregori Volokhin, estratega bursátil de Meeschaert Capital Markets.
“A corto y mediano plazo, esto no cambia gran cosa”, agregó, estimando que los problemas de salud de Jobs ya habían frenado el crecimiento de la acción en los últimos años.
El largo plazo, sin embargo, es incierto.
“Steve Jobs tenía una marca única y poderosa en Apple, que nadie podrá reemplazar. A largo plazo (más de dos años), su ausencia podría afectar el rendimiento de la empresa”, advirtió Toni Saccomaghi, de Bernstein.