Dos mujeres lavaban la ropa en las aguas oscuras del Río Negro, en plena Amazonía de Brasil, mientras un barco con un triciclo equipado con una cámara de Google en el techo comenzaba a ofrecer al mundo una ventana a la biodiversidad de la selva tropical.

Uno de los típicos triciclos del gigante de internet, los “Google trikes”, diseñados con cámaras para capturar escenas de la calle para su servicio de mapas en línea, fue lanzado desde la localidad amazónica de Tumbira, cerca de Manaos, en la primera iniciativa para que los internautas puedan explorar virtualmente un río, su vida silvestre y sus comunidades.

El proyecto es una idea de la Fundación Amazonas Sustentable (FAS, por su sigla en inglés), que hace dos años contactó a Google Earth con un ambicioso plan: trasladar el clásico “Street View” urbano de Google a la exuberante cuenca del Amazonas.

“Es increíble; todos esos meses de planificación y luego tener esta tecnología aquí”, dijo a la AFP el titular del proyecto de la FAS, Gabriel Ribenboim, mientras dos ‘Google trikes’ debutaban en Tumbira, uno flotando sobre un barco y otro pedaleando en tierra.

“Es muy importante para mostrar al mundo no sólo el ambiente y el modo de vida de la población tradicional, sino para sensibilizar al mundo sobre los desafíos del cambio climático, la deforestación y la lucha contra la pobreza”, continuó.

Los triciclos tienen cámaras que toman constantemente imágenes en todas las direcciones. Las fotografías se insertan luego en Google Maps y los servicios de Google Earth para que los internautas vean todo como si estuvieran allí.

El equipo de posicionamiento por satélite en los triciclos señala dónde fueron tomadas las imágenes.

“Cuando vi esto pensé en la primera sonda enviada a Marte”, dijo José Castro Caldas el jueves, mientras se guarecía a la sombra junto a un triciclo de “Street View” en Tumbira.

“Hay cerebros en Google trabajando en esto”, comentó. “Pero también es divertido ver lo rústico que es todo: no deja de ser una bicicleta con tres ruedas”.

Este arquitecto de 30 años de edad originario de Buenos Aires estaba en Tumbira construyendo instalaciones para que los residentes locales ofrezcan sus artesanías a los turistas que se sientan lo suficientemente intrigados por lo que ven en Google Maps como para visitar el lugar en persona.

“Cuando trato de explicarle a la gente donde estoy, mis amigos piensan que estoy en medio de selva cazando para sobrevivir”, dijo Caldas.

“Incluso yo no sabía adónde venía antes de llegar aquí”, añadió. “Ahora la gente va a ver esto”.

Para el proyecto, un ‘Google Trike’ viaja por el río, mientras otro recorre las comunidades ribereñas.

Los miembros de un equipo de Google comenzaron el miércoles a enseñar a los miembros de la FAS y a los residentes locales cómo utilizar el triciclo y la cámara montada en un trípode especial, de manera de capturar imágenes en el interior de escuelas, centros comunitarios y otros espacios públicos.

La cámara en el trípode, con un lente ojo de pez para tomar imágenes panorámicas desde el cielo hasta la tierra, también será utilizada para recrear una caminata por los senderos de la selva tropical.

“Queremos que el mundo vea que la Amazonía no es sólo un lugar con plantas y animales”, dijo el director ejecutivo de la FAS, Virgilio Viana. “También es un lugar con gente, y gente que no está totalmente en desacuerdo con el pensamiento actual de la sostenibilidad global”, agregó.

La FAS espera que el proyecto con Google no sólo atraiga a la gente a experimentar la belleza y la maravilla de la Amazonía en la vida real, sino que también muestre que se puede vivir en armonía con la selva tropical.

“La gente ha aprendido a vivir aquí desde hace siglos”, dijo Viana. “En cierto modo, esta asociación con Google es una ventana que se nos abre para demostrar que hay una solución”, dijo, mirando hacia el Río Negro.

“La deforestación no es el resultado de la estupidez”, continuó Viana. “Es una decisión económica, así que tenemos que hacer que la gente gane dinero y que los árboles sigan en pie”.

Según Viana, el ecoturismo y la gestión sostenible de los bosques y la pesca son una manera de apoyar a las comunidades locales sin destruir la selva.

La residente de Tumbira Maria do Socorro da Silva Mendonça contó cómo las familias se mantenían con la tala ilegal de árboles hasta que llegó la FAS y el área fue declarada reserva sostenible.

La FAS se estableció en 2007 con apoyo del estado brasileño de Amazonas.

“Las familias tenían problemas financieros al principio, pero ahora con la reserva sus cuentas están más equilibradas”, dijo Socorro mientras las gallinas picoteaban cerca de ella.

“Con el tiempo se dieron cuenta de que la educación era la salida”, dijo. “Las cosas han ido cambiando, porque los hombres tenían que encontrar trabajo… como mi marido; él es carpintero”.

La FAS construyó una escuela de dos aulas en Tumbira, donde maestros de Manaos dictan clases en forma interactiva a los estudiantes a través de internet, en lo que se conoce como “aprendizaje a distancia”.

Socorro sonrió cuando confesó que nunca había oído hablar de Google.

“No sé nada sobre internet”, dijo entre risas esta madre de 40 años, emocionada ante la perspectiva de que personas en todo el mundo visiten virtualmente su comunidad.

“Creo que es maravilloso, porque nuestra comunidad nunca apareció en ningún lugar, ni siquiera en Manaos”, dijo Socorro. “Nadie sabe que estamos aquí”.

Se prevé que la primera fase del proyecto entre Google y la FAS lleve tres semanas. El objetivo es registrar un tramo de 50 kilómetros del Río Negro, y entrenar al equipo local que se ocupará del equipamiento para ampliar luego la misión.

“Queremos crear un espejo digital del mundo, y este es un lugar importante en el planeta”, dijo la geoestratega de Google Earth, Karin Tuxen Bettman, a bordo de un barco, mientras uno de los triciclos hacía su viaje inaugural en el río.

“Con el tiempo, tal vez vamos a tener toda la cuenca en el mapa”, dijo esperanzada. “Quién sabe…”