El número uno mundial de la telefonía móvil, el finlandés Nokia, anunció este jueves pérdidas por segunda vez desde que se convirtió en líder del sector en 1998, aunque estimó que su estrategia para recuperarse va en la buena dirección.
En el segundo trimestre de 2011, Nokia registró unas pérdidas, superiores a las esperadas, de 368 millones de euros, frente a un beneficio de 227 millones un año antes, según su informe financiero.
Los analistas barajaban una pérdida de 104 millones de euros, según Dow Jones, el segundo resultado negativo desde la pérdida histórica del tercer trimestre de 2009.
Nokia, que acaba de aliarse con el estadounidense Microsoft para lanzar un nuevo teléfono capaz de competir con el fulgurante iPhone de Apple y los smartphones o teléfonos inteligentes con el sistema Android (Google), está en plenos cambios para tratar de remontar la pendiente.
El gigante anunció la supresión de unos 4.000 empleos y la externalización de otros 3.000 debido al abandono progresivo de su propio sistema de explotación Symbian, por el de Microsoft, Windows Phone.
“Las dificultades que enfrentamos en el curso de nuestra transformación estratégica han sido más importantes de lo previsto en el segundo trimestre de 2011″, comenta el presidente de Nokia, Stephen Elop, en el informe financiero del grupo.
En el segundo trimestre, Nokia registró una nueva caída de las ventas de un 7% a 9.280 millones de euros, menos de lo esperado.
Los inversores parecían aliviados: poco después del anuncio de los resultados, la acción del gigante finlandés ganaba 5,7% a 4,31 euros.
En mayo, Nokia había advertido que los resultados del segundo trimestre serían peores de lo previsto y que iba a renunciar a dar objetivos para el conjunto del año.