Dos nuevos pacientes murieron en un hospital cerca de Manchester, llevando a cinco el número de muertos en ese hospital, anunció la policía el jueves, luego de la detención el miércoles de una enfermera sospechosa de asesinato.

Un hombre de 83 años y una mujer de 84 murieron, mientras que un hombre de unos 40 años se encontraba en estado grave.

Tres otros pacientes, una mujer de 44 años y dos hombres de 71 y 84, murieron la semana pasada.

Habrían podido ser víctimas de una medicina voluntariamente adulterada en el Stepping Hill Hospital en Stockport (noroeste de Inglaterra).

Una enfermera del hospital, sospechosa de asesinato, fue detenida el miércoles y estaba siendo interrogada por la policía.

Como para los tres primeros pacientes, “las causas de la muerte de este hombre y de esta mujer no son conocidos. Es importante recordarlo”, declaró a la prensa el jefe de la policía de Manchester, Ian Hopkins.

Una enfermera había alertado la semana pasada tras haber constatado que en su servicio, un número de pacientes superior a la normal presentaba, sin razón aparente, una débil tasa de azúcar en la sangre.

Se descubrió insulina en un lote de ampolletas de suero fisiológico almacenadas en un depósito del establecimiento.

La insulina es una molécula que tiene por función impedir que suba la tasa de azúcar o glicemia.

“En lo que respecta a la mujer, teniendo en cuenta las circunstancias que rodean su muerte, en especial la baja tasa de azúcar en la sangre, decidimos investigar más”, dijo Hopkins.

“En lo que respecta al hombre, dado que hubo un episodio hipoglicémico durante un lapso de tiempo examinamos, es normal que lo estudiemos”, agregó.