Dentro de los registros de la policía de Houston en Texas, probablemente pocos casos resulten tan raros como el de un conductor que fue detenido tras avanzar casi 5 kilómetros con un cadáver en el asiento del copiloto… y alegara no haberse percatado de ello.

Según el agente a cargo del procedimiento, cerca de las 12:30 de la noche obligaron a detenerse a un Mazda 626 en la autopista del Golfo, tras observar que el vehículo lucía serios daños en su sección frontal y en el parabrisas, atribuíbles a un accidente.

Sin embargo lo más insólito es que al acercarse a la ventanilla del conductor descubrieron que la víctima del atropello, un hombre de 32 años, yacía muerto sobre el asiento delantero del acompañante, informó el portal Houston Press.

El conductor, James John Onak de 49 años, quien estaba evidentemente bajo la influencia del alcohol o de las drogas, explicó que -en efecto- recordaba haber golpeado a una persona que estaba junto a un auto averiado en la misma autopista, pero que “no se había percatado” de que su cadáver ahora viajaba junto a él.

Ahora, Onak enfrenta cargos criminales por provocar un accidente, no prestar auxilio a la víctima e, irónicamente, manipular la “evidencia” de su delito.