Sin locomoción colectiva, el comercio cerrado, al igual que consultorios y colegios, amaneció este miércoles la ciudad de Calama como parte del paro comunal convocado por más de un centenar de organizaciones sociales que pretenden llamar la atención de las autoridades denunciando el abandono que a su juicio se encuentra la capital de la provincia del Loa.

Aunque existe tranquilidad por el carácter pacífico que se le ha querido dar a la jornada, convocada por el propio alcalde Esteban Velásquez, también existe gran expectativa por las actividades programadas para hoy.

Tanto el municipio como las diversas organizaciones convocantes señalan que el estado en que se encuentra Calama tiene relación con un abandono de parte de las autoridades a partir del fin de la ley del cobre que regía hasta 1974 y que le significaba una importante inyección de recursos a los calameños.

Con la consigna “Producimos Cobre, Seguimos Pobres”, que se puede apreciar en afiches, lienzos y vidrios traseros de los vehículos, los calameños denuncian que en tantos años de producción cuprífera y utilidades millonarias de la industria no han recibido más que contaminación, un altísimo costo de la vida, y las consecuencias de vivir bajo un clima inhóspito y una ciudad con pocas posibilidades para la recreación y el desarrollo personal.

A juicio de Velásquez la demanda de fondo no se queda sólo en Calama, sino que tiene relación en “cómo la inmensa riqueza que produce el Cobre aporta al desarrollo de las comunas mineras y también a todos los chilenos”.

Entre los adherentes a la movilización se cuenta la Central Unitaria de Trabajadores, la Confederación de Trabajadores del Cobre, cuyo presidente Cristián Cuevas, está desde el martes en Calama y la asociación del Transporte Mayor de Pasajeros, así como las diversas asociaciones de taxis colectivos y la Confederación Nacional de Dueños de Camiones.

En otro orden, a las 01:00 horas estallaron dos artefactos de ruido en la Gobernación Provincial y hasta el lugar llegó personal de la Sección de Investigación Policial (SIP), que recogió todos los antecedentes en el lugar a fin de intentar establecer a posibles responsables.

Igualmente desconocidos quemaron neumáticos en el puente del ferrocarril, ubicado detrás del Parque El Loa.