El primer ministro griego Giorgos Papandreou nombró el viernes ministro de Finanzas a un ex rival político, en busca de consenso en el seno del Partido Socialista (PASOK, en el poder) para aprobar los nuevos ajustes exigidos por la UE y el FMI para salvar al país de la bancarrota.

Papandreou nombró para el cargo a Evangelos Venizelos, que hasta ahora se desempeñaba como titular de la cartera de Defensa.

Venizelos reemplaza a Giorgos Papaconstantinou -desgastado por el plan de austeridad que puso en obra para satisfacer las demandas de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El desplazado permanece pese a todo en el gobierno, como ministro de Medio Ambiente.

Venizelos, de 54 años, que ocupará también uno de los dos puestos de viceprimer ministro, había desafiado en 2007 a Papandreou en la lucha por la dirección del PASOK.

El nuevo hombre fuerte es un experto en temas constitucionales, que estuvo a cargo de la preparación de los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004.

Su nueva misión tendrá poco de deportivo: consistirá en hacer digerir la amarga poción de nuevos ajustes a un país castigado ya por más de dos años de recesión, recortes y alza del desempleo.

El nuevo gabinete será sometido a un voto de confianza parlamentario el domingo, el mismo día de una reunión de ministros de Finanzas de la Eurozona en Luxemburgo para tratar de superar discrepancias sobre el plan de ayuda a Grecia.

Los nuevos ajustes -por unos 28.000 millones de euros (40.000 millones de dólares) escalonados hasta 2015- deben ser votados a fines de mes. Ese programa incluye alzas de impuestos y un plan masivo de privatizaciones.

Las medidas generan fuertes resistencias en la población y en las bases del PASOK.

El grupo parlamentario socialista dispone de una exigua mayoría de 155 diputados sobre 300. El jueves, dos diputados renunciaron a sus escaños por desacuerdos con las medidas, aunque serán reemplazados por correligionarios.

El país se vio además semiparalizado el miércoles por una huelga general -la tercera del año- y por manifestaciones convocadas por los sindicatos y el movimiento de los “Indignados”, creado bajo la inspiración del que en mayo se propagó por España, otro país de la Eurozona.

Los plazos apuran: el gobierno griego advirtió que se vería en la imposibilidad de honrar sus vencimientos de julio sin el desbloqueo del tramo de 12.000 millones de euros por parte del FMI y la UE, como parte del préstamo de 110.000 millones acordado el año pasado.

“Estamos dispuestos a continuar apoyando a Grecia con la condición de que se adopten las reformas de política económica acordadas con las autoridades griegas”, afirmó por su lado la portavoz del FMI, Caroline Atkinson.

El primer plan de rescate de la economía griega se reveló a todas luces insuficiente.

El presidente francés Nicolas Sarkozy y la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, discutirán la crisis en la zona euro este viernes en Berlín.

La crisis griega tiene en vilo a los mercados.

Las obligaciones de la deuda griega se negociaban el jueves a niveles estratosféricos, a poco menos de 18%.

Las bolsas operaban el viernes en baja.

Las caídas fueron de 1,17% en Hong Kong y de 0,64% en Tokio.

En Europa, poco antes del mediodía las depreciaciones eran de 0,76% en Londres, de 0,73% en París, 0,47% en Fráncfort y de 0,53% en Madrid.

Papandreou nombró además el viernes ministro de Relaciones Exteriores a Stravos Lambrinidis, ex jefe de los diputados socialistas griegos en el Parlamento Europeo.

El nuevo titular de Defensa es Panos Beblitis, un allegado al primer ministro, que busca unir a los socialistas, tras haber fracasado en una tentativa de incluir a miembros de la oposición de derecha en el gobierno.

“El desafío está ante nosotros, es un momento histórico. O Europa escribe la historia, o la Historia borrará a la Unión Europea”, dijo Papandreou el jueves ante los miembros de la bancada socialista.