Las condiciones meteorológicas propias del invierno, como el frío y el viento, contribuyen a resecar la piel, sobretodo en climas como el de Santiago, explicó el dermatólogo de la Red Salud UC, doctor Néstor Carreño.

“Existen diversos cuadros que se pueden presentar en una piel relativamente sana, como la resequedad avanzada, sobretodo en las zonas más expuestas como la cara y las manos. Para evitar este fenómeno, existen fórmulas especiales de cremas y emulsiones que permiten mantener la piel más humectada y aceitada”, afirmó el facultativo.

Dijo que en esta estación del año se pueden presentar lesiones como eccema o irritaciones en el dorso de las manos, en las articulaciones de los nudillos y en los dedos, por el hecho de utilizar determinados jabones desinfectantes, que se ponen de moda en invierno, y que pueden irritar más esta zona.

“Los productos como desinfectantes y el famoso alcohol gel pueden secar más la piel, además de correr el riesgo de producir una dermatitis”, expresó el experto.

“También, existen otros trastornos que afectan la cara como la rosácea, que es una aflicción que se produce en las pieles extremadamente delicada y que reaccionan en forma anormal frente a diferentes estímulos como el frío o calor”, manifestó.

Sus principales síntomas son el enrojecimiento facial o rubor de la zona afectada, que aumenta en esta época tanto por el estimulo térmico de la baja temperatura que hace que el rostro se ponga rojo, como por el mismo efecto de irritación que puede tener el frío sobre una piel sensible y que ya esta dañada.

Dermatología UC dijo que presta atención en diversas unidades especializadas para prevenir y manejar integralmente lesiones cutáneas, trastornos de pigmentación y patología complejas a la piel.