Las relaciones comerciales entre un grupo de transporte marítimo israelí e Irán generan un escándalo en Israel y ponen en un aprieto a sus dirigentes que, desde hace años, exigen sanciones internacionales contra Teherán por su programa nuclear.
El caso, que aparece en primera página en los diarios, estalló tras la decisión de Estados Unidos de incluir en una lista negra al grupo israelí Ofer Brothers Group y a su filial Tanker Pacific, basada en Singapur.
La sanción se adoptó tras la venta en septiembre de 2010 de un barco cisterna de 8,6 millones de dólares a la compañía marítima iraní IRISL (Islamic Republic of Iran Shipping Lines), violando el embargo internacional aplicado a Teherán por su controvertido programa nuclear.
Inicialmente, el grupo de los hermanos Ofer desmintió las acusaciones y aseguró que se trataba de un “malentendido”.
El presidente de la Cámara de Comercio, de industria y de minas iraní (ICCIM), Mohamad Nahavandian, citado el domingo por la prensa, también desmintió que Irán hubiera adquirido un barco a una sociedad israelí.
Pero la prensa israelí volvió a la carga asegurando que al menos 13 petroleros de los Ofer atracaron en puertos iraníes en el curso de los últimos diez años.
Documentos de Equasis, un banco de datos sobre la circulación marítima en el mundo, permitieron precisar que estos navíos transportaban carburante y atracaron en los puertos de Bandar Abas y en la isla Kharg, utilizada para la exportación de petróleo iraní.
Fuentes cercanas al grupo dieron a entender que esas operaciones comerciales tenían la autorización de la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu.
“La política de Israel referente a Irán es perfectamente clara: no hay que mantener ningún tipo de vínculo con este país” reaccionó el lunes Netanyahu, según el diario en línea Y-Net.
Según Yossi Melman, periodista del diario Haaretz, el grupo Ofer, para intentar justificarse, habría dado a entender que los petroleros efectuaban “misiones de información”.
El diputado de oposición Arieh Eldad afirmó a la radio militar que “los israelíes tienen derecho a saber si los hermanos Ofer son héroes o villanos (…)”.
La comisión de economía de la Knesset (Parlamento) fue convocada urgentemente el martes.
“Es inconcebible que empresas israelíes mantengan relaciones comerciales con Irán, nuestro enemigo número uno, mientras hacemos campaña para convencer a la comunidad internacional de que imponga sanciones muy duras, y obligue a Teherán a renunciar a su programa nuclear”, dijo el presidente de esta comisión, el diputado Carmel Shama-Cohen.
Según Ometz, asociación israelí que milita por una mejor gobernanza, “Ofer Brothers Group está lejos de ser la única empresa israelí” que comercia directa o indirectamente con Irán.
La prensa destaca que existe una legislación que prohíbe comerciar con Irán o con empresas activas en este país, pero que no es aplicada ya que ningún ministro quiere tomar la responsabilidad de aplicarla.
Israel e Irán se designan recíprocamente como su peor enemigo. Teherán apela con frecuencia a la desaparición del Estado hebreo, que por su lado esgrime la amenaza de un ataque contra el programa nuclear de la República Islámica.