El presidente de Yemen, Alí Abdalá Saleh, se negó este domingo a firmar el acuerdo de transición que prevé su salida del poder, y amenazó con una guerra civil, lo que llevó al Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) a anunciar el fin de su mediación.

Un manifestante murió y otro resultó herido en el camino al aeropuerto por disparos de partidarios del presidente Saleh, que se desplegaron masivamente en la capital y bloquearon las principales arterias de la ciudad.

Saleh advirtió a la oposición del riesgo de una “guerra civil”, y multiplicó las condiciones para firmar el acuerdo de salida de crisis elaborado por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que prevé su dimisión en un mes, tras más de tres décadas en el poder.

Reunidos en Riad para hablar de Yemen, los ministros de Relaciones Exteriores del CCG anunciaron haber “decidido suspender su iniciativa por la ausencia de condiciones propicias” para que la mediación tenga éxito.

Los cancilleres tomaron su decisión horas después de que el presidente Saleh rehusara firmar un acuerdo para una transición de poder en Yemen. El texto fue rubricado la víspera por la oposición y el domingo por el partido presidencial y sus aliados en presencia del secretario general del CCG, Abdelatif Zayani.

El plan, elaborado con ayuda de Estados Unidos y de la Unión Europea, prevé la formación de un gobierno de reconciliación con participación de la oposición, la dimisión un mes más tarde de Saleh, a cambio de inmunidad para él y sus allegados, y la celebración de elecciones presidenciales en 60 días.

Zayani abandonó Saná por la tarde sin haber logrado que Saleh firmara el acuerdo.

Previamente, el mediador fue evacuado en helicóptero, junto con el embajador de Estados Unidos en Saná, Gerald Michael Feierstein, de la embajada de Emiratos Árabes Unidos, donde se vieron rodeados por centenares de partidarios armados del régimen yemení.

Los dos hombres asistieron en el palacio presidencial a la firma -no vinculante para el presidente Saleh- del acuerdo de transición por parte de responsables del partido al poder y sus aliados.

El embajador estadounidense regresó luego en helicóptero a la embajada emiratí, de donde pudo salir por la tarde junto con sus homólogos de Gran Bretaña, la Unión Europea y los países del Golfo, tras una intervención de las autoridades, indicó un diplomático del Golfo.

El domingo por la noche las calles de Saná estaban vacías con la excepción de los partidarios del régimen, que estaban armados.

“Tenemos miedo, la situación puede degenerar en anarquía con los hombres de las tribus armadas traídas por el presidente” a Saná, afirmó un habitante, Nabil Sadek.

La oposición yemení, que el sábado por la noche firmó el acuerdo de transición con la presencia de Zayani y diplomáticos occidentales, advirtió a Saleh que sería “expulsado del poder” por la presión de la calle si no firma el acuerdo.

Los opositores a Saleh organizaron en la plaza del Cambio la manifestación más importante que haya visto la capital desde enero, cuando comenzaron las protestas, para reclamar la partida inmediata del presidente, según un corresponsal de la AFP.

Según los organizadores, más de 1,5 millones de personas participaron en esa manifestación. Los manifestantes mantenían su sentada por la noche, protegidos por los hombres del general Alí Mohsen al Ahmar, que desertó en marzo y se unió a los manifestantes.

Yemen vive desde finales de enero un movimiento popular sin precedentes contra el régimen. Los manifestantes reclaman la partida de Saleh, en el poder desde hace 33 años, al que acusan de nepotismo y corrupción. La represión de la revuelta costó la vida a 181 personas, según el recuento de la AFP.