Plácido Domingo | Wikipedia
El tenor español Plácido Domingo cumplirá 70 años con el “regalo” de hacerlo en su Madrid natal y además subido a un escenario, el del Teatro Real, donde interpreta al Oreste de “Ifigenia en Táuride” mientras espera el homenaje que le preparan sus compañeros.
Domingo cumple años el 21 de enero –jornada de pausa entre las 10 funciones de “Ifigenia en Táuride”, que se inician el jueves–, día en que cantantes y compañeros de todo el mundo le preparan un concierto sorpresa en la ópera madrileña.
“Estar en Madrid cantando, tener a mi familia aquí y a mis amigos en un día tan importante para mí” es “parte del regalo” de cumpleaños que ya tiene el tenor español, reconoció en conferencia de prensa en la presentación de la ópera que le trae de nuevo a los escenarios de su ciudad.
Pero además, “el regalo más grande que puedo recibir en este cumpleaños es decir que puedo seguir unos años más cantando todavía”, deseó.
“En esta época de mi carrera, todos los días me maravillo de poder seguir cantando. Si alguien me dijera, ‘Vas a poder cantar todavía tres, cuatro añitos más’, firmo enseguida”.
Exhibiendo una excelente forma, Domingo, que lleva cuatro décadas en escena, desde su debut en el teatro de La Zarzuela de Madrid, reconoció estar “nervioso” ante el estreno en Madrid de “Ifigenia y Táuride”, ópera del siglo XVIII del alemán Christoph Willibald Gluck, en el que interpreta a Oreste.
“Antes de salir hay un nerviosismo”, pero “en el sentido de responsabilidad, y la responsabilidad es mayor todavía cuando estás con tu público”, apuntó, en referencia a los aficionados de la ciudad en la que nació en 1941.
El tenor, aunque con la “tensión baja” tras el ensayo general del lunes, antes de “darlo todo” a partir del jueves en este drama familiar de la mitología griega, insistió en que “estar en Madrid es una motivación”.
Y “esto se multiplica después de los recuerdos de Simón Boccanegra de julio”, añadió, en referencia a la ópera que interpretó el año pasado en el mismo Teatro Real, donde fue aplaudido durante casi media hora.
El director del Teatro Real, Miguel Muñiz, felicitó a Domingo “por su excelente forma física”, ya que como Oreste debe “arrastrarse por los suelos” y “correr” en el escenario, después de haber sido operado con éxito en marzo de 2010 de un cáncer de colon.
Y el director artístico del Real, el belga Gérard Mortier, agradeció al tenor el haber aceptado el papel, ya que la de Gluck “no es una ópera de estrellas, sino de un gran ‘ensemble’”: “Me fascina que usted es un hombre que sabe que la ópera es un trabajo de grupo”, le alabó.
La mezzosoprano Susan Graham, que interpreta a Ifigenia, describió a Domingo como “un tornado de sonido y sentimiento”: “Una fuerza de la naturaleza” con una “intensidad en su voz que estremece”.
En medio de las 10 funciones (del 13 al 27 de enero, de las cuales él hará cinco) de “Ifigenia en Táuride”, el 21 de enero cantantes de todo el mundo le homenajearán en el día de su 70 cumpleaños con un concierto dirigido por James Conlon cuyo programa e intérpretes son por el momento sorpresa.
Interrogado por su extensa y constante producción, el aclamado tenor, que es director de la Opera de Los Angeles y recientemente dimitió de su puesto de director de la Washington National Opera (WNO), reconoció que trabaja “mucho”.
“Lo que yo trabajo es mucho, pero a veces me da risa porque los que verdaderamente trabajaban eran mis padres”; “¡Eso sí que era trabajar!”, reconoció de sus progenitores, que tenían una compañía de zarzuela y con los que de niño emigró a México, su otra patria y de donde es oriunda su esposa, la soprano Marta Ornelas.
